Ser artista en estos tiempos representa un verdadero reto. El ámbito artístico y cultural, a pesar de contar con la aprobación y simpatía de la población, no es comúnmente bien remunerado y reconocido como un oficio serio, salvo cuando el artista acepta su destino y se embarca, como soldado pretoriano ante los embates del destino, en búsqueda de la victoria final.
Este es el caso de Yuruani Gil, una venezolana nativa de Los Teques, estado Miranda, que desde hace siete años siguió su sueño de convertirse en músico profesional en una nación culturalmente privilegiada, como lo es España.
Desde pequeña demostró sus habilidades artísticas en todos los espacios: escuela, universidad, familia y amistades. Tanto fue el potencial que vio su padre en ella, que durante las jornadas de carpintería en su taller le tallaba cual luthier, micrófonos de madera para que cantara y alegrara su jornada.
Este talento fue creciendo conforme transcurrió el tiempo, y para hasta el día de hoy nuestra invitada ha participado en diversas bandas reconocidas como: la Orquesta Anaconda y La Fórmula; asimismo en musicales como “No hay dos sin tres” de la compañía Ferro Group.
Bienvenida Yuru a elbucare.com.
Preguntas:
- Háblanos de tu historia ¿Cómo surgió la idea de vivir en otro país?
Para el momento en que surgió la propuesta de probar suerte en otro país, vivía relativamente bien, tenía mi carrera universitaria y la ejercía en un empleo. Mi vocación musical era solo un hobby, como para la mayoría de venezolanos, ya que en mi país se vive de la música pero no se come de ella. Una noche cuando cantaba en un local, donde por cierto me pagaban una tontería, me escuchó el dueño de una orquesta de España y me propuso cantar en ella. No me lo pensé dos veces y me embarqué en esta aventura, en el momento pensé, “estoy bien, pero no soy feliz”, y si hay algo que tengo claro en la vida, es mi vocación hacia las artes, en especial la música.
- ¿Qué tal ha sido tu proceso de adaptación en España, cómo fueron tus primeros años como inmigrante?
Los primeros meses fueron muy vertiginosos. Llegar a un sitio distinto en la mayoría de los sentidos, fue prácticamente como volver a nacer, aun así lo llevé muy bien. Cuando vivía en Venezuela siempre me atrajo el civismo europeo, el respeto a las normas y a las áreas comunes, además de la tolerancia a las individualidades. El proceso afectivo familiar siempre es difícil; descubrir que la vida sigue, tanto para ellos como para mí, y que tu presencia física no es tan importante para que continúe el proceso, ha sido lo más duro en mi caso. Igualmente, el ver desvanecerse algunas relaciones de amistad que creí duraderas, por la distancia y el paso del tiempo. El primer año fue de mucho trabajo; uno no llega trabajando ni ganando lo que quiere. Para poder decir que vivo de la música acá en España y tener una cierta estabilidad laboral y económica, tuve que vivir un año muy duro, tomando cualquier empleo, siempre con incertidumbre. El proceso de adaptación en este sentido fue muy duro, pero nada que no se pueda superar.
- ¿Qué virtudes y qué desventajas tiene el exterior? ¿Lo recomiendas?
Totalmente, no he crecido tanto emocional, mental y culturalmente como durante esta experiencia en el extranjero. Una de las principales virtudes de vivir en otro país, es que abres tu mente y empiezas a valorar cosas trascendentales en la vida. Lo material deja de ser lo más importante y logras valorar lo intangible como los afectos, los gestos, la compañía y el apoyo. En Venezuela siempre tenía presente estos atributos pero no les valoraba como ahora. Aquí en el extranjero se logra vivir con niveles de estrés mucho más bajos y las cosas materiales se logran conseguir más fácilmente; logras viajar y conocer otras experiencias que te enriquecen. También está el tema de la seguridad; no tiene valor el poder salir a la calle sin preocuparte por tu integridad física, eso le ha restado mucha calidad de vida al venezolano. Todo ser humano debería vivir como desee y hacer lo que le plazca en el sitio donde nació; pero cuando esto se dificulta, probar suerte en otro país es una alternativa atractiva y gratificante en la mayoría de los casos.
- ¿Qué características debe reunir una persona para aventurarse en tierras extranjeras?
Las primeras características que debe tener la persona que desee aventurarse en el extranjero son las ganas y el coraje de espíritu. Aquí no se llega triunfando; si quieres que el éxito sea duradero, se debe comenzar desde abajo. Pocos consiguen hacer las cosas sin este proceso. El desapego emocional es otra característica y tener los papeles en orden en el sitio que desees llegar. Llegar de forma inadecuada te reduce las posibilidades en todas las áreas.
Otra situación que se puede encontrar en el extranjero es el racismo, siempre habrá un tonto que te quiera recordar de mala forma que no eres de aquí. Si bien esta conducta es inadecuada y nociva socialmente, algo podemos aprender. Efectivamente somos los foráneos y debemos acoplarnos a la nueva cultura del sitio, y no querer imponer nuestras costumbres esperando que el resto las acepte. Debes adaptarte al nuevo entorno; eso no va en contra de ser venezolano, todo lo contrario, se trata de respetar el lugar al que llegas y estar en paz con tu ámbito.
- A la par de la actuación estás incursionado en el campo de la pintura, háblanos de esa faceta.
La pintura ha sido una asignatura pendiente desde hace muchos años, siempre lo he hecho desde mis primeros años, lo hacía muy seguido con mi papá. Hace un año decidí retomarlo con más juicio y estoy empeñada en hacerlo de forma profesional, formándome continuamente para renovar la inspiración. Ahora mismo me estoy preparando para un certamen de pintura y escultura en 2017 que organiza la Asociación de Pintores y Escultores de España, llamado “Salón de Otoño”. Más allá de esperar obtener algún premio, es una excelente oportunidad para darme a conocer en el mundillo, ya que allí se dan cita los artistas de peso de las artes plásticas.
Igualmente, fui seleccionada para salir en la edición de un libro llamado “Flamantes”, relacionado con el tema, en el próximo mes de marzo. Esta guía pasa por las principales galerías de arte de toda Europa, lo cual me llena de alegría, porque podré dar a conocer mi estilo en este nuevo espacio.
La pintura es algo que me llena muchísimo, me calma y me conecta con otras formas de sentir. Todavía me falta mucho, pero voy con buen paso.
- ¿Te alcanza el tiempo para hacer actividades de esparcimiento? ¿Cómo es tu día a día?
Depende de la época: una es la temporada de locura y la otra la menos loca. Actualmente estoy en la primera, preparándome para una gira, tengo ensayos a todas las horas y en todos los tópicos: música, coreografía, puesta en escena, entre otros. A pesar de atender mis ocupaciones y responsabilidades, siempre encuentro un espacio para el esparcimiento; soy cinéfila y por lo menos una vez a la semana me escapo al cine. Siempre hay tiempo, es difícil, pero se logra.
- ¿Cuáles son tus planes a futuro?
Mi plan principal es seguir dedicándome a las cosas que me llenen el alma. No me veo en el tiempo corto viviendo nuevamente en Venezuela, pero sí estoy ilusionada con vivir en algún país de Latinoamérica, es un nuevo reto. Me veo evolucionando en el contexto musical y explotando la faceta de la pintura en un ambiente cercano a la naturaleza.
- Actualmente España vive una situación económica difícil, ¿cómo has enfrentado esta dificultad y qué recomiendas a las personas que deseen aventurase en ese destino?
Efectivamente España vive un momento difícil, afortunadamente no me ha faltado trabajo; sin embargo es una posibilidad. Por eso recomiendo a quien venga ahorrar y emplear el dinero en las cosas realmente necesarias, puede ser la única formar de tener pan en la mesa. Los nativos de acá están pasando necesidades, el que llegue no puede pretender hacerlo con una corona. Por eso se debe trabajar con honradez para conseguir salir victorioso ante las oportunidades; siempre con muchas ganas, alegría y coraje.