Desde que llegué a México, muchos han sido los modismos, creencias, frases y expresiones con las que he convivido. Durante el intercambio cultural, muchas experiencias y anécdotas han surgido.
Aquí hago referencia a algunas creencias, frases y expresiones, por si en algún momento vienen a visitar estas tierras.
La Coca Cola quita los males
La Coca Cola es una de las bebidas más consumida en México, pero no solo sirve para refrescar la sed. La creencia es que si te duele la cabeza, debes tomar la mitad de una Coca Cola a temperatura ambiente para conseguir calmar el dolor.
También utilizan la bebida para activar los sentidos y no el café, como hacemos en muchas ocasiones los venezolanos cuando el sueño nos quiere vencer.
La lluvia, indicador de cambio de estación
Sobre todo, cuando llega el mes de octubre, la última lluvia del mes debería traer los vientos fríos de invierno. En primavera, cuando se dejan ver gotas del cielo, las personas comienzan a pensar que el calor ya está muy cerca.
“Que le vaya bien…”
Por lo general, en Venezuela esta frase suele utilizarse a manera irónica. Cuando tienen una diferencia con alguna persona, el “que te vaya bien…” es algo así como que te deseo lo mejor, pero no quiero seguir esta conversación o no quiero volver a verte.
En México, “que te vaya bien…” es una despedida muy habitual, incluso entre los familiares y amigos. Acostumbrarse no es fácil: en varias ocasiones me le quedé viendo a la persona que se despedía porque llegué a creer que estaba molesto.
Mandeeeeeee
En Venezuela, cuando te llaman por tu nombre, solemos contestar “dígameee”, “qué quieres” o “quuueeee” o “qué necesitas”, incluso, un “mmmm” le indicaba a la otra persona que debía responder. En algunas regiones andinas o llaneras he llegado a escuchar la respuesta de “señooor”. Estas formas varían según quién te llama y cómo lo hace. Aquí en Mazatlán, la respuesta más común es “mandeeee”. Incluso, al contestar una llamada se cambia el conocido “bueno” por “mande”, sobre todo cuando sabes quién te está haciendo la llamada.
Poco a poco y sin darte cuenta algunas de estas frases o creencias se van adaptando a tu personalidad. Uno a veces se resiste por no querer abandonar sus maneras de pensar y de hablar, pero la relación y convivencia frecuente con cada una de ellas te hace formar parte de un estilo o forma de vida. Incluso, la curiosidad se despierta y terminas siguiendo los parámetros de esta nueva realidad.
Por: Mirsay Shimkevich