Un día como hoy murió Carlos Raúl Villanueva

Carlos Raúl Villanueva, nació en Londres el 30 de mayo de 1900 y falleció en Caracas el 16 de agosto de 1975, fue un gran maestro de la arquitectura moderna en Venezuela. Hijo del diplomático venezolano Carlos Antonio Villanueva y de Paulina Astoul, y nieto de Laureano Villanueva. Realizó sus estudios de educación media en el Lycée Condorcet de París y los superiores en l’ École des Beaux-Arts (1920), bajo la dirección de Gabriel Héraud. Graduado en 1928, regresó para establecerse en nuestro país.

Las obras desarrolladas por Villanueva durante sus primeros 10 años de actividad profesional, tuvieron un marcado carácter ecléctico derivado tanto de su educación académica como de las condiciones culturales que imperaban en Venezuela para ese momento. En este lapso entró a trabajar en el Ministerio de Obras Públicas, permaneciendo luego al servicio del Estado. Entre las principales proyectos llevados a cabo en este tiempo figuran el hotel Jardín de Maracay (1929), de simplificadas formas neobarrocas y afrancesadas; la plaza de Toros de la misma ciudad (1933) y el Museo de Bellas Artes (1934-1935), obras en las que tomó en consideración los elementos neoclásicos (jardín y patios aporticados con columnas neoclásicas) tradicionales de la arquitectura venezolana, lo cual mantuvo también en el contiguo Museo de Ciencias Naturales, concebido como una sucesión axial de espacios diferenciados en sus dimensiones y formas.

En 1936, son demolidos los muros de la cárcel La Rotunda y en este lugar, llamado luego plaza de la Concordia, Villanueva diseña un templete neoclásico períptero, que conmemoraba a los luchadores por la libertad de los países americanos, pero que posteriormente fue demolido.

Para 1937, junto con Luis Malausena elabora los planos del pabellón venezolano que participará en la Exposición Universal de París, dentro de un repertorio formal neocolonial. A esta etapa pertenecen también algunas casas neocoloniales construidas por él en Caracas, como la embajada de Perú en el Country Club y una residencia en El Rosal.

Por otra parte, la escuela Gran Colombia (hoy grupo escolar Francisco Pimentel) del año 1939 puede ser considerada como su primer proyecto claramente moderno, al estar emparentado con la arquitectura internacional en su versión francesa de Robert Mallet-Stevens y Lurat. En tal sentido, se trataba de un nuevo concepto de establecimiento escolar, que incorporaba los espacios verdes al edificio, abierto hacia ellos con pórticos a lo largo de la fachada posterior.

En 1941, gana el concurso para la reurbanización de la insalubre zona de El Silencio, promovida por el Gobierno de Isaías Medina Angarita e integrado a los programas del Banco Obrero. Con el ajuste al plan urbanístico del francés Maurice Rotival, aceptado por el municipio, surgen siete niveles, con un uso comercial en la planta baja. La realización de los bloques, terminados en 1944, fue en definitiva un logro técnico de las empresas venezolanas de la construcción.

En 1943, Villanueva, influido por los conceptos de la «Ciudad Jardín» de Le Corbusier, diseña para Maracaibo, el conjunto residencial «Rafael Urdaneta» como alternativa a los proyectos habitacionales promovidos por las compañías petroleras. La urbanización en cuestión fue planificada para mil viviendas unifamiliares de tres pisos, dispuestas en filas paralelas.

En 1944 comienza el proyecto de la Ciudad Universitaria de Caracas, que a partir del conjunto del hospital, se desarrolla durante los 16 años siguientes. El más notable grupo de edificios de esta obra lo constituyen el Aula Magna y la Biblioteca, unidas con la plaza cubierta. En el Aula Magna, cuyas monumentales formas de concha de concreto tienen rasgos lecorbusierianos, fue lograda con la colaboración del escultor norteamericano Alexander Calder, lo que derivó en una perfecta integración de la arquitectura con los elementos esculturales suspendidos (nubes del techo) que cumplen funciones acústicas. En cuanto al conjunto deportivo y principalmente la piscina, se basaron en el uso del concreto de obra limpia, al igual que en los auditorios y los largos pasillos cubiertos.

La Ciudad Universitaria de Caracas, a pesar de no completarse todas las edificaciones proyectadas por Villanueva, constituye uno de los más significativos ejemplos de la arquitectura venezolana y americana.

Posteriormente, desarrolló una importante actividad como director de la oficina de proyectos del Banco Obrero, en la cual colaboraron varios jóvenes arquitectos: Carlos Celis, José Manuel Mijares, Guido Bermúdez, Joseph Hoffmann y Carlos Brando. Cabe destacar que en esta institución se formó bajo la atenta mirada de Villanueva, una verdadera escuela que desarrolló una nueva tipología de bloques orientados a servir como viviendas de uso colectivo, surgiendo por tanto los siguientes complejos: Ciudad Tablitas, la urbanización San Martín, la unidad residencial Paraíso y el 23 de Enero, inicialmente llamado 2 de Diciembre. La incidencia numérica y cualitativa de estas viviendas modificó el paisaje urbano de Caracas y de otras ciudades venezolanas, influyendo además en los cambios de patrones sociales que se experimentaron en las zonas urbanas.

Por otra parte, aunque de menor importancia, son notables por su adaptación al ambiente, las residencias que diseñó en La Florida (Caracas) y en Caraballeda (La Guaira). Una de sus últimas obras fue el nuevo edificio del Museo de Bellas Artes en Los Caobos (en colaboración con Oscar Carmona).

Aparte de su labor como arquitecto, Villanueva fue autor de varias publicaciones en revistas especializadas nacionales y extranjeras, así como también de los libros: La Caracas de ayer y de hoy (1950) y Caracas en tres tiempos (1966).

Entre los premios obtenidos por Villanueva a lo largo de su trayectoria como arquitecto, tenemos que en 1947 obtuvo el premio en el Congreso Panamericano de Arquitectos en Lima; en 1957 en la Bienal de Sao Paulo y en 1963, el Premio Nacional de Arquitectura de Venezuela.

Fuente: http://www.venezuelatuya.com

Foto: Web

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