Tener un lavavajillas ordenado es imprescindible para hacer un buen lavado. Poner cada pieza en su sitio y colocar la cubertería de forma adecuada es de mucha ayuda, y te contamos cómo hacerlo.
Lo primero que haremos es decidir qué meter y qué no en el lavavajillas. Por ejemplo, las sartenes, es mejor lavarlas a mano para prolongar su vida. Después comenzaremos colocando correctamente la cubertería. Pondremos los mangos siempre hacia arriba para evitar cortes, por ejemplo con los cuchillos, cuando los saquemos del lavaplatos.
Por otro lado, el lavado colocado en el cestillo inferior es más caliente e intenso, de modo que pondremos en él lo más sucio, incluidas ollas y cacerolas. La cristalería, tazas y piezas delicadas van en el superior. Tendremos la precaución de que no se solapen unas con otras para que salga todo limpio e intentaremos hacer siempre buen uso de los carriles. Introduciremos los platos en orden y los agruparemos por tamaños.
Cosas que no deberíamos meter en el lavaplatos
Aunque es cierto que hoy en día casi todas las vajillas y cuberterías son aptas para el lavaplatos, presta atención a que estas tengan una etiqueta en la que especifiquen que en realidad lo son. Asimismo, hay algunas cosas que, aunque se pueden introducir, prolongarás su vida útil si no lo haces:
• Cuchillos de cocina: para evitar su oxidación y algún que otro rayón, lo ideal es que lo laves tras su uso y lo seques con un paño. ¡También aumentará tu seguridad!
• Sartenes de hierro fundido o antiadherentes: evitarás su oxidación y su cualidad antiadherente. Además, recuerda no echarlas agua fría tras su uso, espera a que se enfríen antes de lavarlas para que te duren más.
• Cucharas y espátulas de madera: algunas tienen un tratamiento para que se puedan lavar en el lavaplatos, otras no. Asegúrate antes de meterlas al lavavajillas.
• Cubiertos dorados: es probable que tras muchos lavados pierdan su color. Sucede lo mismo con vajillas, copas y tazas que tengan algún baño dorado.
• Recipientes de aluminio desechable: Aunque lo reutilicemos, es un material que no está pensado para ello y pueden producirse daños en forma de manchas negras. Sucede algo parecido con los envases de plástico.
• Latas o tarros con etiquetas: con el calor se desprenderán y terminarán en el filtro del lavavajillas. ¡Y no quieres que eso pase!
Fuente: http://www.hogarmania.com/
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