El problema con el tirro: mi primera experiencia en una papelería, la cual no tiene nada de diferente a las venezolanas. Sacan copias, venden engrapadoras, clips, carpetas manila, papel de regalo. Todo parecía muy normal y ameno entre la vendedora y yo. Obviamente, mis rasgos y acento les son muy particulares a todo el mundo, y nunca falta la acostumbrada pregunta: «¿De dónde vienes?». Esto me ha permitido abrir mis experiencias y entender un poco más de la cultura mexicana.
Entre conversa y conversa nunca me imaginé que solicitar un «tirro», fuera la cosa más complicada de este mundo. Solicito a la vendedora que por favor me venda la mencionada herramienta de oficina. Pues empezó mi diccionario de sinónimos, metáforas y mímicas.
Es una cinta, de papel, así como para regalo, pero no es para regalo, es algo gruesa, pero no tanto, se puede escribir sobre ella. Pues aquella señorita, debo decir, muy amable, después de la cara de “#$%&/, me sacó todas las cintas del local. Hasta la de hacer lazos.
Al final, me vine con una cinta de embalaje, que igual iba a necesitar.
Llego a casa y mi novio me pregunta: «¿Que hiciste hoy?»
Pues yo contesto: «Fui a la papelería y sabes amor, trate de comprar un tirro».
-Silencio en la zona-
Vuelve mi monólogo: Es una cinta, de papel, así como para regalo, pero no es para regalo, es algo gruesa, pero no tanto, se puede escribir sobre ella.
-silencio + rascarse la cabeza –
¡Ok! decidí usar la tecnología, googlear «tirro», hacer click en imágenes y gualaaaaa.
Mi novio me dice: «¡¡aaaahhhhhh!! tu quieres un ‘Masking Tape’ «.
Ahora estoy más enredada que «Gallina comiendo chicle».
¿Me estoy mexicanizando o gringonizando?
Por: Mirsay Shimkevich.
Fuente: https://experienciasmirsanas.wordpress.com/
Imagen: web