María Magdalena Sánchez, vio la luz por primera vez en Puerto Cabello, el 9 de abril de 1915. Su madre y hermanos -nunca conoció a su padre- fueron determinantes para que siguiera su vocación. Durante su infancia en el litoral carabobeño participó en todos los llamados “actos culturales” de su escuela, experiencias que le ayudaron a desarrollar la expresión corporal que aderezaría sus interpretaciones.
En su temprana juventud participó en programas radiales de aficionados, y luego se integró al conjunto Cantaclaro, con el que se destacó principalmente en presentaciones privadas. Luego acompañaría a los hermanos Fernández, Vicente Flores y sus llaneros y el dúo Espin Guanipa. El repertorio que interpretaba en esa época consistía en tangos y boleros, los géneros musicales más en boga en los primeros años de la década del 30.
En 1936, con 21 años de edad, significó el verdadero inicio de la carrera profesional de la cantante, como voz en la programación de la emisora Ondas Populares. Cuatro años después se trasladó a Caracas, para trabajar en la Broadcasting Caracas, estación que luego pasaría a convertirse en Radio Caracas Radio. El conductor del espacio en el que cantaba era el reconocido Edgar Anzola.
Al aparecer la televisión en Venezuela, Magdalena es una de las primeras figuras en engalanar la pantalla chica con su presencia y estilo, en el programa Canciones de mi Tierra. En 1951, los temas Maria Laya y Los Caujaritos con Juan Vicente Torrealba la proyectan de manera total al éxito y a la fama. Otros temas tendrían la misma respuesta por parte del público, tales como: Barlovento, San Juan To´lo Tiene de Eduardo Serrano; Por el Camino, de José Reyna; Canchunchu Dichoso, de Luis Mariano Rivera.
Su Legado
La cantante siempre será reconocida como la iniciadora de la difusión de los compositores populares caraqueños y de otras regiones del país. Ha sido también designada y reconocida como la pionera del Canto Popular Venezolano.
Es también la primera artista en utilizar la vestimenta llanera en escena, motivando con ello la práctica del uso de este traje en los conjuntos criollos. Ha sido reconocida su labor con casi la totalidad de los premios que se otorgan en el país. Homenajes del pueblo, las instituciones públicas y privadas, entes culturales, gobernaciones, alcaldías, universidades, y el todo gremio artístico venezolano.
Magdalena Sánchez siempre vivió en función de la música criolla, sonriéndole a la vida en todo su esplendor, incluso, luego de perder su salud y su vivienda tras la tragedia de Vargas, pues vivía en Los Corales cuando el vendaval se llevó su casa. Hasta sus últimos días tuvo una sonrisa en los labios. La música nacional está de luto, y expresa su pesar ante la pérdida de una de sus glorias.
En el olvido en el que se suele sumergir a las personas que logran llegar a la tercera edad en el país transcurrieron los últimos días de esta cantante, agobiada por la enfermedad que la acorralaba y subsistiendo con una insuficiente pensión que recibía de parte de la organización Fundación Glorias del Folklore, además de un dinero de manutención de sobreviviente que le legó su esposo.
Magdalena Sanchez murió el 18 de agosto del 2005.
Fuente: http://micuatro.com
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