La siguiente es una reflexión sobre la familia, no importa donde estés, ya sea en Canadá, Venezuela o la China.
El viernes fue uno de esos días en la oficina en los que hubiese preferido quedarme en casa. Temprano en la mañana tuve una “acalorada” discusión con mi jefa… y para los que trabajamos con pasión, no es algo fácil dejar pasar, aunque un rato después ella me dio la razón y se disculpó. Al final, terminé muy molesto y sentía que la sangre me hervía. No creo que estuve a punto de un ACV, pero les juro que me dio un dolor de cabeza.
Almorzando ese día con Eglee, me recordaba ella lo que realmente importa en la vida, más allá del dinero, el trabajo o los problemas: La familia. Enfermo o dos metros bajo tierra, poco puede uno ser útil a sus seres queridos, en especial a Eglee, que quedaría sola con los tres chamos…. para todo lo demás siempre hay una solución.
Al volver a la oficina, lo primero que vi al llegar a mi escritorio fue la foto de mis hijos que estaba siempre situada a mi espalda, en un mueble detrás de mi. En ese momento me dije: «por qué lo más importante en vida está a mis espaldas… no señor, ellos tienen que estar delante de mí, son ellos la razón de que avance día a día…» Tomé la foto y la coloqué justo al lado del monitor de la computadora frente a mi, para que cada vez que algo o alguien me quiera afectar, recuerde que es por ellos que vale la pena preocuparse.
Por: SCA
Fuente: http://asiveoyvivocanada.blogspot.com/
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