Roslandy Acosta pondrá rumbo a la Liga Italiana de Voleibol con el conjunto Volley Bergamo.
“Es un sueño poder jugar en Italia, pues el nivel de esa liga es muy alto; además, es algo para lo que siempre he trabajado. Ahora tengo mucho por hacer pues no me conformo con el hecho de haber llegado, quiero mantenerme en ese nivel”, dijo Acosta, quien espera por el visado correspondiente para viajar a Italia e incorporarse con el resto del equipo de Stefano Micoli.
El Volley Bergamo es un club que ha conquistado ocho Escudettos, seis Copas de Italia, siete Champions y seis Supercopas de Italia; sin duda, uno de los candidatos al título en la presente temporada.
“Tengo tiempo sin ver acción; todos saben que me vi afectada por hepatitis y eso a su vez me obligó a apartarme de la selección y de no participar en el Grand Prix con Venezuela, pero tengo ya un mes trabajando en mi físico para llegar lo más en forma posible; aunque todavía me falta para llegar a mi tope”, añadió Acosta.
La jugadora oriunda del estado Vargas debía estar en Italia desde el pasado 15 de agosto, pero complicaciones diplomáticas para obtener el visado lo impidieron.
“El club está al tanto de mi situación y a pesar de todo cuentan conmigo. Sé que una vez allá daré lo mejor de mí porque es un reto personal también”, explicó.
En deuda con Venezuela. Haberse perdido tres competencias fundamentales con la selección nacional este año fue complicado para Roslandy Acosta.
“Siento que tengo una deuda con la selección, afortunadamente he podido salir bien librada de la hepatitis y sé que llegado el momento volveré a vestir la camisa vinotinto y a dejar el nombre de mi país en lo más alto”, dijo la jugadora más valiosa de la primera semana de la Liga Venezolana de Voleibol con el Deportivo Anzoátegui.
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