Luego del 5 de Julio de 1811, donde la historia ha relatado que se firma el Acta de la Independencia de Venezuela, se suscitaron una serie de hechos posteriores que sellaron tal autonomía:
En los días ulteriores se realizaron un sinfín de juntas para definir lo que sería la legalidad y soberanía de Venezuela. La junta del 7 de julio leyó y aprobó el acta declaratoria de la independencia, firmada por el secretario, en cumplimiento a la orden que le dio su majestad (el Congreso) al efecto.
El 8 de julio, se concluyó la discusión del proyecto de ley para el juramento, que quedó aprobado en la forma que se ha publicado, y constaría en el Registro Legislativo. En la sesión del día martes 9, se trató la nueva Bandera Nacional, y quedó aprobado el diseño presentado por los señores Clemente y Miranda.
El martes 9 de julio, la Gazeta de Caracas, publicaba en su primera columna con un espléndido titular: Independencia de Venezuela, en cuyo editorial se esgrimían los argumentos en pro de la declaración de la emancipación.
En la sesión del día 10, se dio cuenta de un oficio pasado por el Supremo Poder Ejecutivo en que participa haberse señalado el domingo próximo para la promulgación de la independencia, solicitando se designe la Bandera Nacional.
Fue hasta entonces cuando el Poder Ejecutivo expidió un Bando disponiendo que el domingo siguiente, el 14 de julio, se procediera a la solemne publicación de nuestra independencia con repique de campanas, salva general de las tropas, izamiento de la Bandera Nacional; obligando el uso de la Escarapela y Divisa de la Confederación venezolana, compuesta de los colores azul celeste al centro, amarillo y encarnado a las circunferencias, guardando en ella uniformidad. Igualmente, se ordenó iluminar por tres noches la ciudad de un modo noble y sencillo.
Fuente: http://venelib-antao.blogspot.com
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