En la actualidad, los venezolanos hablan mucho sobre el emigrar y las posibilidades y porcentajes de éxito de esa opción, por lo que muchas personas, a pesar de vivir un gran calvario en su vida diaria, por miedo, no toman la decisión.
Las razones del fracaso migratorio del venezolano son variadas, listaré algunas sin ningún orden o tipo de preferencia. Entre ellas encontramos:
Viveza del venezolano
La viveza tan conocida en el país y tan utilizada para justificar los malos comportamientos, es un cáncer que carcome el alma de unos ciudadanos que han decidido usarla como forma de vida. Con ella justifican las violaciones a las leyes, abuso contra las normas de convivencia o de cualquier reglamento que intente mantener el orden de la sociedad.
Llegar a una sociedad donde se respetan las leyes de tránsito y se tienen sanciones fuertes de no hacerlo, es muy perjudicial para el vivo, imagínate no poder consumir alcohol y conducir, es algo intolerable. No poder colearse en cualquier sitio porque es sacado de la fila y no atendido supone una humillación para el bocón del vivo. Tantas situaciones que se pueden comentar donde el vivo es un pez fuera del agua, pero podemos concluir con que no puede llegar a una playa, meter su todo terreno en la arena poner la música a todo volumen y beber hasta acabar con las licorerías cercanas, es suficiente motivo para no adaptarse.
Falta de humildad
Algunos venezolanos emigran creyendo que, por su clase social y su título universitario, el mundo debe arrodillarse a sus pies y son incapaces de bajarse de esa nube en la que viven. Afuera, la gente no pone el título por delante del nombre, ni existe esa separación tan fuerte entre estudiado y no, ya que todos ejercen un papel vital para el buen funcionamiento de la sociedad. Esta falta de humildad hace que no busque o acepte trabajos de menor cualificación haciendo imposible su adaptación y por falta de medios debe regresar.
Malas decisiones
Por presión, soledad o la depresión común del emigrante, se pueden tomar decisiones incorrectas que conllevan a fracasos muchas veces evitables. Puede ser el cambio de empleo, rechazar una oferta, mudarse de ciudad, comprar auto nuevo o tantas cosas que pueden ser correctas en circunstancias diferentes, pero que en el momento de tomarlas no era el adecuado. A veces por soledad, o por querer mantener un estatus, se decide hacer un viaje o comprar auto sin entender que ese dinero puede ser necesario más adelante.
Excesivo apego al país
Hay una gran cantidad de venezolanos que, cuando se encuentran en el extranjero, sienten una nostalgia enorme por lugares como El Ávila, las playas de Higuerote, La Guaira, Margarita o por el clima de Mérida, siempre comparando las bellezas naturales del país donde se encuentran con las de Venezuela, y no disfrutan. No digo que no se aprecie lo que se dejó y se sienta nostalgia, pero hay que pasar página y no vivir del pasado.
Fuente: https://canariodelmundo.wordpress.com
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