Luisa Cáceres de Arismendi es apresada (1815)

Fue el 24 de septiembre de 1815, cuando Luisa Cáceres de Arismendi, heroína de la independencia y símbolo de la fortaleza humana ante la adversidad, fue tomada como rehén por las fuerzas del imperio español.

Luisa Cáceres

Esta caraqueña nacida en 1799 es para las mujeres del estado Nueva Esparta, zona insular de Venezuela, una margariteña más, un ejemplo de dignidad. No podía ser para menos, dado su comprobado temple.

Cinco meses antes de que fuera apresada, el general Pablo Morillo había arribado a la isla de Margarita al frente de una escuadra realista nunca antes vista. En aquellos días, el esposo de Luisa, Juan Bautista Arismendi, era el gobernador provisional de la región insular. Llevaban apenas un año de casados.

La persecución española sobre los simpatizantes de la causa patriota en territorio margariteño fue implacable, y el general escapó con uno de sus hijos hacia el cerro El Copey.

Entonces comenzó a gestarse la mayor de las crueldades. El 24 de septiembre, Luisa, quien estaba embarazada, fue tomada como rehén para doblegar a su esposo y fue trasladada a un calabozo del castillo Santa Rosa.

Los vejámenes que sufrió en aquella oscura celda fueron el principio de un prolongado infierno. Todo intento por hacer que delatara a su esposo fracasó, pero también fueron frustrados los intentos por rescatarla de su prisión.

Una vez que fue trasladada al castillo San Carlos de Borromeo en Pampatar, empeoraron las condiciones del cautiverio y se desvaneció la posibilidad de libertad, cuando un intento de asalto a la fortaleza terminó con decenas de patriotas fusilados. Luisa fue obligada a pasear sobre los cadáveres de aquellos compañeros.

El 26 de enero de 1816 dio a luz a una niña que murió al nacer, dadas las condiciones del parto y del calabozo en el cual se encontraba prisionera.

A pesar de haber tenido una vida repleta de sufrimientos, Luisa Cáceres de Arismendi pudo vivir hasta los 66 años. Murió en Caracas el 2 de junio de 1866, y 10 años después, sus restos fueron trasladados al Panteón Nacional, desde donde continúa siendo ejemplo para generaciones de venezolanas.

Fuente e imagen: http://www.avn.info.ve/

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