Por: Reinaldo Burgués.
Desde el Sur de Norteamérica, una comunidad de venezolanos en crecimiento emerge brindando lo mejor de sí para lograr sus metas. Este es el caso de Luis Eduardo Guevara, joven que desde hace seis años es el CEO en Platino Investment Group Marketing and Sales, empresa que brinda una plataforma de asistencia y asesoría a los emprendedores que deseen promocionar sus potenciales a través de las redes sociales y el marketing.
Guevara se define como un hombre de familia, con arraigados valores religiosos, que decidió un buen día brindar una mejor calidad de vida a su núcleo familiar, que para ese momento le daba la bienvenida a su primer hijo. A pesar de contar con una vida empresarial estable y exitosa en Venezuela, nuestro personaje tomó la determinación de emigrar, buscando un lugar más seguro para el crecimiento de sus hijos, ya que avizoraba momentos difíciles en su país.
Como todos los que se alejan del “terruño”, Luis Eduardo se enfrentó a los embates del desarraigo y al alejamiento físico de sus seres queridos, afrontando una filosofía de trabajo metódico, herramienta que, en su opinión, es fundamental para establecerse fuera de las fronteras nacionales. “Quien crea que puede vivir en otro país todos los días echado en una cama, está equivocado. Por el contrario, si sales asumiendo un sistema de vida responsable y de trabajo, el esfuerzo te será recompensado”.
La zona de confort
Para el ser humano, cualquier situación que nos mueva de la “zona de confort” es interpretada por nuestro cerebro más como una “amenaza” que como una “oportunidad”. El entrevistado cree que debemos estar atentos ante este indicador, no para asustarnos, sino para abrazar nuestros destinos entendiendo que para obtener mejores oportunidades debemos hacer sacrificios.
Guevara destacó que como “todos los inicios” el suyo fue fuerte a pesar de que Miami es una ciudad llena de latinoamericanos. El proceso de adaptación puede enfrentarte a situaciones que nunca has vivido “ni esperas encarar”.Esto, lejos de amilanarlo, le impulsó a estructurar un equipo de trabajo (entre venezolanos y extranjeros) capaz de amoldarse a las nuevas necesidades del mundo y al camino que exige el progreso en nuestros días.
La situación actual del país y las economías emergentes son variables determinantes que, en opinión de nuestro entrevistado, definen el actual proceso de migración criolla. “El 95 % de los venezolanos que salen al extranjero a probar suerte son personas preparadas y capacitadas, situación que nos deja en buenos términos con los empleadores y nuevas inversiones foráneas”.
En resumen, la fórmula se compone de responsabilidad, respeto a la familia, compromiso, paciencia y trabajo duro, como constantes para conseguir nuestras metas en otros horizontes. Si hay algo que podemos decantar claramente de este feedback con nuestro coterráneo, es que hay que atreverse a tomar oportunidades y las consecuencias que con ellas hay que enfrentar, que al final del camino nos moldearán a bien y nos permitirán experimentar la vida como el protagonista de la historia y no como un simple espectador.