En la historia de Venezuela, tan solo se han registrado dos visitas papales. La primera de ellas, se dio durante el mandato de Jaime Lusinchi, quien recibió a Karol Wojtyla la tarde del 26 de enero de 1985. La vía Maiquetía-Caracas rebosaba de feligreses que querían ver al Papa.
Miraflores y la Nunciatura Apostólica fueron los primeros puntos de la agenda del papa Juan Pablo II. Allí, se reunió con las autoridades del Gobierno de la época y los jefes de la iglesia venezolana. Ciudades como Maracaibo, Mérida y Ciudad Guayana, disfrutaron de las homilías del Sumo Pontífice.
Su segunda visita, fue durante el mandato de Rafael Caldera. El Papa aterrizó en Maiquetía el 9 de febrero y admitió su alegría de volver a la «tierra de gracia».
Las calles capitalinas inundadas de feligreses esperaban el paso de Juan Pablo II. Pero fue en Guanare, donde radicó el gran punto de encuentro para miles de personas que le dieron la bienvenida en la inauguración del templo votivo Santuario Nacional de Nuestra Señora de Coromoto, lugar donde se ofició una misa.
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