Actualmente muchos venezolanos deciden emigrar en autobús debido a los altos costos de los pasajes aéreos. Varias compañías en Venezuela y en países fronterizos, como Colombia y Brasil, ofrecen atractivas ofertas para emprender esta aventura por tierra.
Te contamos la historia de tres venezolanas, que decidieron tomar esta vía para emigrar en busca de mejores oportunidades. Ellas son Jennifer Rondón, Silvia Pérez y Dayana Sojo, estudiantes de Comunicación Social que decidieron irse aun antes de su acto de grado.
La travesía
El 30 de septiembre de 2016, a las 7:00 p.m., inició el viaje de las jóvenes, el cual se prolongó por cinco días hasta su destino: Perú. Tras averiguar en varias rutas, compraron sus boletos en Expresos Ormeño, una compañía peruana que tiene una sede pequeña en Caracas, situada en la avenida San Martín.
Los boletos les costaron 160.000 bolívares (precio incomparable al actual). El punto de salida fue el terminal de Bogotá, lo que significa que el traslado desde Caracas hasta la capital neogranadina fue otro gasto que tuvieron que asumir.
Primera parada: las jóvenes viajaron en autobús hasta San Cristóbal. De allí siguieron a San Antonio del Táchira, donde tomaron un taxi que las llevó a la frontera colombo – venezolana.
Segunda parada: al llegar a Cúcuta, acudieron a una casa de cambio. Ahí volvieron a enfrentarse a la crisis económica venezolana, ya que vieron como sus bolívares se diluían dramáticamente al hacer la conversión a pesos colombianos. Continuaron el viaje y abordaron una unidad que las llevó a Bogotá.
Tercera parada: a las 10:00 p.m. partieron desde una sede de Rutas Ormeño ubicada en el terminal de Bogotá. El viaje duró tres días. Pasaron la frontera con Colombia, la de Ecuador y, finalmente, la de Perú. En cada frontera hubo una parada y el servicio de transporte fue de mala calidad.
Durante el viaje, las chicas tomaron otras precauciones: llevaron alimentos no perecederos, como atún, galletas y medicinas para el dolor de cabeza y vómitos, esto por lo largo de su recorrido.
En el autobús donde viajaron no eran las únicas venezolanas, había más que como ellas, se marcharon de su tierra en búsqueda de un mejor futuro a Argentina, Chile o Perú.
A su llegada a Lima, la familia de Silvia les dio hospedaje y comida mientras buscaban trabajo. A los pocos días comenzaron como meseras en un pequeño local y semanas después alquilaron un apartamento entre las tres.
De ese viaje las tres venezolanas quisieron dejar evidencia y crearon un canal de Youtube donde muestran paso a paso su travesía. El sitio se llama Diario de tres venezolanas y sus vídeos ya cuentan con unas 22.000 reproducciones. Te invitamos a ver algunos de ellos:
Fuente e imagen: El Nacional