La compañía Guipuzcoana en la Venezuela colonial

La Real Compañía Guipuzcoana fue una empresa comercial constituida el 25 de septiembre de 1728, con el objeto de monopolizar el comercio de la provincia de Caracas con España. Operó en Venezuela durante más de 50 años, desde 1730 hasta 1785, y tuvo gran influencia en el desarrollo económico, social y político de la colonia.

Fue una empresa a base de acciones, cubiertas por capitalistas vascos, principalmente de la provincia de Guipúzcoa, en el norte de España. El rey tuvo una considerable participación en el negocio, pues recibió de los empresarios 200 mil pesos en acciones. Esta circunstancia dio a la Compañía Guipuzcoana carácter oficial. De allí su denominación de «Real Compañía».

Los objetivos que se propuso la corona española con la conformación de la compañía se lograron en buen término:

Resultado de imagen para la compañia guipuzcoana

Primero: Aseguraron el comercio con las provincias venezolanas, que antes beneficiaba en gran parte a los contrabandistas extranjeros.

Segundo: Aseguraron el envío de frutos a España, regularizando y aumentando los embarques de cacao y tabaco, principalmente, y de esta manera pudieron rebajar los precios de dichos frutos en la Península.

Tercero: Consiguieron frenar y disminuir el contrabando, persiguiendo y hostilizando a los ingleses, holandeses y demás extranjeros que venían ejerciendo ilegalmente gran parte del comercio de la colonia.

Sin embargo, el éxito de la Guipuzcoana se ve turbado por la oposición y las rebeliones al umbral de la independencia del territorio venezolano. Al principio fue una oposición sorda, legal y pacífica. Más tarde llegó a ser oposición violenta.

Los primeros que se consideraron afectados por el monopolio de la Guipuzcoana fueron los hacendados y los mercaderes venezolanos, y comenzaron a oponerse a través del Cabildo, organismo municipal integrado por representantes de dichos sectores.

Asimismo, las actividades de la Guipuzcoana afectaban directamente a los contrabandistas, sobre todo a los asentistas ingleses, quienes protestaron ante el gobierno español, pues consideraban que las inspecciones que realizaba la compañía en sus barcos era una violación del convenio suscrito entre España e Inglaterra en 1713.

Por otra parte, el sector más numeroso de los pequeños agricultores y comerciantes se vio también afectado por la Compañía, pues estos grupos eran los más ligados al comercio de contrabando. La empresa se hizo particularmente odiosa, porque trataba de controlar el gobierno de la colonia y ponía al frente de los cargos a elementos de su confianza.

En consecuencia, el descontento contra la Guipuzcoana estalló en varias revueltas, entre las cuales fueron las más importantes: La que encabezó Andrés López del Rosario, más conocido como el negro «Andresote», y la que acaudilló Juan Francisco de León.

Resultado de imagen para la compañia guipuzcoana

A partir de estas revueltas se permitió a los hacendados y mercaderes criollos adquirir acciones de la Compañía, y de esa manera, tener participación en los beneficios de la empresa. Esto explica, en cierto modo, la tranquilidad y la paz en que opera la Compañía en los siguientes 35 años de permanencia en Venezuela.

Fuente: http://www.efemeridesvenezolanas.com/

Imagen: web

Comentarios

comentarios