Venezuela y Ecuador suscribieron un acuerdo bilateral en el año 2010 para hacerles las cosas más sencillas a los emigrantes. Muchos sabían lo que venía y si Venezuela fue el puerto de la libertad hace tanto tiempo, ¿por qué los demás no colaboran hoy en día? Básicamente por eso las cuestiones hoy son más sencillas. Sin embargo, no son fáciles, pero sí más llevaderas en comparación con los procesos de emigración de otros países como Estados Unidos, España o Australia.
Los venezolanos desde que llegan a Ecuador se encuentran amparados por la figura del estatuto permanente migratorio, conocido como la visa 12-XI. Esta les permite una estadía de un año, prorrogable por un año más. Popularmente es conocida como “la visa puente”; este documento les ofrece suficiente tiempo para buscar un trabajo, homologar su título y tramitar un nuevo visado que les permita prolongar su estadía dentro de la región ecuatoriana. Según análisis, más de la mitad de emigrantes venezolanos son profesionales, algo que las autoridades ven con buenos ojos, ya que suponen el crecimiento económico del país y no representan una carga para el Estado.