Diablos Danzantes de Corpus Christi: una tradición donde domina el bien sobre el mal

La celebración de los Diablos Danzantes de Corpus Christi,  se realiza nueve jueves después del Jueves Santo de cada año, y tiene  un significado donde se reafirman las creencias religiosas y mágicas del dominio del bien sobre las fuerzas del mal.

A través de diferentes rituales y fiestas se acentúa esta creencia religiosa que a su vez se ha convertido en una oportunidad para unificar lo espiritual con lo social a través de la festividad, formando una concordancia de creencias y cultos mágico-religiosos.

Cada Corpus Christi se hace una danza ritual protagonizada por los llamados diablos danzantes en diferentes zonas del país. Cada año los miembros de las «Sociedades del Santísimo» por promesas de diferentes índoles se atreven a vestirse del temido Lucifer vistiendo ropajes coloridos y máscaras que los asemejan con la firme intención de rendirse ante el Santísimo Sacramento. De esta forma reafirman su condición de pertenecer al colectivo religioso.

Las danzas de los diablos representan un sincretismo religioso muy particular, existen diferentes grupos llamados «sociedades» o «hermandades» que están constituidos en una jerarquía. Los diablos deben pagar anualmente una cuota y pagar sus promesas rindiendo culto al Santísimo Sacramento.

Los diablos, antes de lanzarse a la danza se protegen contra las fuerzas del mal «cruzándose», llevan cruces, escapularios, rosarios y otros amuletos consigo y van rezando oraciones durante la festividad; la celebración incluye misa, construcción de altares y procesiones. Como parte del ritual también van de visita a las casas de los miembros más importantes de las sociedades y de los ya fallecidos.

Los diablos se visten de pantalón, camisa y capa de colores vivos, las capas van de los hombros a las rodillas y llevan adheridas cascabeles y sonajeros. Las máscaras son de colores llamativos y apariencia feroz, de diferentes colores y se realizan de distintos materiales , varían también de acuerdo a la región que los identifica. El traje lleva diferentes accesorios:

El rabo:

Especie de cola que va adherida al pantalón y en la punta  lleva una campanilla.

Los cencerros:

Están constituidos por latas y campanas que cuelgan de una correa que se coloca alrededor de la cintura del diablo.

El mandador:

Es un látigo que simboliza el poder que llevan los diablos en la mano izquierda y se utiliza para amedentrar a cualquiera que interfiera por el camino del danzante.

La maraca:

Que se lleva en la mano derecha marca el ritmo de la danza, que es acompañada con música instrumental y tiene carácter reiterativo.

Fuente: http://www.venezuelatuya.com

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