La UNESCO declaró el 22 de agosto el Día Mundial del Folklore. La fecha elegida se debe a que un día como hoy, pero de 1846, el arqueólogo británico William G. Thorns publicó en la revista londinense Atheneum una carta en la que utilizó por primera vez el término «folklore». De allí, la celebración mundial.
La palabra “folklore”, por su etimología, deriva de folk (pueblo, gente, raza) y de lore (saber, ciencia). Esto último se designa con el “saber popular”, según relata la página web del Ministerio de Educación de la Nación, en Argentina.
El folklore es la expresión de un pueblo que abarca las tradiciones, leyendas, costumbres, música, danza, entre otras manifestaciones. Es el folklore una de las particularidades que permiten distinguir una cultura de otra. Se escribe correctamente de las dos maneras: tanto folclore como folklore.
Existen distintas manifestaciones folklóricas de acuerdo a las zonas. Así, por ejemplo en el caso de Argentina (para describir una cultura distinta a la nuestra) tenemos un folklore cuyano al que se cultiva en San Juan, Mendoza, San Luis y parte de La Rioja; el folklore pampeano es el que encontramos en Buenos Aires, La Pampa y sur de Córdoba y Santa Fe; el folklore norteño agrupa los cantos y danzas originarios de Santiago del Estero, norte de Córdoba y Santa Fe, y parte de Tucumán; el folklore andino o salteño, que involucra los que se cultivan en Salta, Jujuy, La Rioja, norte de Tucumán y Catamarca, existiendo aquí la denominación de folklore calchaquí para designar los motivos locales y, por último, el folklore correntino o guaraní, propio de Corrientes, norte de Entre Ríos, litoral del Chaco y Formosa y Misiones.
Fuente: http://www.lagaceta.com.ar/
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