Día Internacional del Perro Callejero

Cómo surge esta fecha

El Día Internacional del Perro Callejero nació en Chile en el año 2008, por iniciativa del estudiante de periodismo Ignacio Gac, quien relata: “Estaba un poco hastiado de la parafernalia del día de la madre y del padre y quería hacer algo al respecto. Siempre me han gustado los animales y, al salir de mi casa, está lleno de perros callejeros tratando de sobrevivir”.

Por lo tanto, decidió crear un grupo de Facebook para establecer una fecha, que ese año cayó el domingo 27 de julio. Se eligió julio por ser un mes de invierno en Chile y los perros en situación de calle, son sometidos a un frío extremo. Por otro lado, debía caer domingo para que la gente tuviera tiempo libre y dedicara la jornada a alimentarlos y socorrerlos.

Desde entonces, esta iniciativa se regó como la pólvora por las redes sociales y cada vez son más las personas de todos los rincones del mundo que celebran este día a pesar de no estar muy claro si deben ser todos los 27 de julio o el último domingo de dicho mes.

perro callejero

Día para reflexionar

Esta fecha va más allá de colgar “memes” en nuestras cuentas o de salir a ponerle comida a los perros y perras en situación de calle de la zona. También es una oportunidad para revisar nuestra responsabilidad en esta problemática. Desde que somos niños, nos acostumbramos a ver perros y perras en las calles y los asumimos como parte del paisaje. Algo así como los pájaros o los árboles.

Pero, a diferencia de los canes, los pájaros cazan insectos para alimentarse y a los árboles les basta la lluvia, ellos no dependen de los seres humanos para sobrevivir. En cambio, los perros, al ser domesticados por los seres humanos desde hace miles de años, no cazan para alimentarse. Dependen de nosotros para ello. Por eso, donde hay grupos humanos hay canes. Así tenemos al perrito de la cuadra o la perrita de la plaza, a los que todos identificamos y conocemos. ¿Alguna vez nos hemos preguntado de dónde salieron? ¿Por qué viven allí?

La respuesta no es grata: los «perros callejeros” existen gracias a humanos irresponsables o inconscientes que alguna vez los abandonaron, o promovieron que acabaran en las calles. Hagamos el siguiente ejercicio de imaginación:

– María deja salir a su perro a la calle para que se “alivie” porque es macho.

– El perro de María se encuentra con la perra de Juan, que no está esterilizada porque es “bueno” para ella “ser mamá” algún día.

– Ambos perros se cruzan y de ese cruce nacen siete cachorros.

– De esos siete cachorros, Juan regala cuatro y termina echando tres a la calle.

– Carolina adopta a una cachorra de Juan. Están encantados porque es chiquita y tierna. Pero la perrita no controla esfínteres y hay que enseñarla. Muda los dientes y como le pican las encías lo muerde todo. Deciden confinarla al patio y, si está amarrada, mejor.

– La perrita crece encerrada en el patio. Pasa mucho tiempo sola. No socializa y ladra mucho. Terminan soltándola a la calle para que no fastidie.

– La perra de Carolina regresa “preñada”. Tiene ocho cachorros.

– Carolina abandona a la perra y su camada en la calle. Le dice alguna excusa a quien le pregunta y sigue su vida feliz.

– Multipliquemos esta historia por el aproximado de perros y perras con hogar que hay en toda Venezuela: en menos de seis meses podría haber más de un millón de cachorros sin hogar.

Medidas que se toman para regular la población canina

En muchas partes del mundo, la política de las autoridades es la de “dormir” a los perros en situación de abandono. Esta práctica, además de ser inhumana, no ha dado resultados debido a que los animales “exterminados” son reemplazados por nuevas camadas que son abandonadas en las calles.

Afortunadamente, cada vez son más las personas e instituciones que se han dado cuenta de la situación: practican y promueven una solución más humanitaria que, de mediano a largo plazo, puede solucionar el problema de los perros y perras sin hogar. Se trata de la realización de esterilizaciones masivas a los animales en situación de calle, así como la promoción de esta práctica en los hogares con los animales de compañía, a través de campañas informativas e intervenciones quirúrgicas gratuitas o de bajo costo.

Estas actividades son reforzadas por el fomento de la adopción y la figura del animal comunitario para brindarle calidad de vida a los perros que hacen vida en nuestras comunidades. Así, con el paso del tiempo, la cantidad de animales desamparados irá disminuyendo de manera natural.

Cómo ser parte de la solución

Los que tenemos perros como animales de compañía, también podemos poner nuestro granito de arena. A la hora de pensar en “cruzarlos” debemos ser sinceros con nosotros mismos y preguntarnos: ¿Podemos garantizarles a TODOS los cachorros de la camada un hogar donde se les quiera y se les cuide? Siendo honestos, no existe ninguna garantía de que el 100 % de los cachorros (as) permanezca en el hogar adoptivo. Las estadísticas muestran que por lo menos la mitad de cada camada termina en las calles ¿Estamos dispuestos a correr ese riesgo?

Dejemos de ser parte del problema y seamos la solución. Si deseamos un animal de compañía, adoptemos uno de los que están en la calle esperando por un hogar, en vez de comprarlo. Esterilicemos a nuestros animalitos y protejamos al animal comunitario. De esta manera, con conciencia, paciencia y amor podremos lograr que en el futuro los perros y perras sin hogar ni protección sean solo un triste recuerdo.

Fuente e imagen: http://www.misionnevado.gob.ve

Video: http://www.youtube.com

 

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