El adolescente, que hace meses saltó a la fama al firmar con los Medias Rojas por el mejor bono que se entregó a un pelotero criollo en 2017, falleció este miércoles en Boston, víctima de un cáncer.
Daniel Flores tenía un mundo en su futuro y el mundo a los pies. Hacía mucho tiempo que los buscadores de talento se habían puesto de acuerdo sobre él: una estrella en potencia. Un bateador sin límites. Un receptor de manos rápidas y potente brazo. Todo eso terminó abrupta, absurdamente este miércoles, al toparse con la muerte en Boston, a los 17 años de edad.
El adolescente margariteño que en julio sorprendió por su madurez y el enorme bono que le entregaron los Medias Rojas para asegurar su firma, murió por complicaciones derivadas de un cáncer, víctima de una metástasis y para luto del béisbol.
“Todos quedamos en shock al conocer la trágica muerte de Daniel”, escribió Dave Dombrowski, presidente de Operaciones de Béisbol de los patirrojos, haciendo pública la consternación de esa organización a través de un comunicado oficial. “Ver cortarse la vida de un joven con tal provenir es una tristeza enorme pata todos nosotros. En nombre de los Medias Rojas, quiero manifestar nuestra más profunda condolencia a la familia de Daniel”.
Flores fue señalado por Baseball America y MLB.com como uno de los tres prospectos internacionales más notables en el proceso de reclutamiento del 2017. Ningún scout dudaba de su potencial, mientras el chico hablaba de jugar en las Grandes Ligas durante una, dos décadas, y emular a las más grandes estrellas de la pelota nativa.
Así lo describió Manny Padrón cuando, el 2 de julio, el moreno oriental saltó al campo rentado: “Es muy fácil de ver su madurez. Es muy poco común encontrar eso en un joven de 16 años de edad. Es súper profesional, educado, con tremendos valores. Todo el crédito para su familia y su academia”.
Padrón, coordinador de scouts de los Medias Rojas, siguió de cerca el proceso del jugador, mientras llegaba el momento de sumarlo a su divisa con un bono de 3,1 millones de dólares, uno de los más altos que se haya entregado en América Latina y el tercero mejor otorgado a un venezolano.
El cáncer comenzó en el páncreas, informó el periodista Carlos Valmore Rodríguez.
“Como receptor, quiero emular a Salvador Pérez, que es mi ídolo desde pequeño”, dijo hace apenas cuatro meses. “Bateando a la derecha, espero ser como Miguel Cabrera. Y la zurda, me gusta mucho lo que hace Víctor Martínez”.
La vida no le permitió completar sus metas, desplegar sus habilidades y cumplir sus sueños.
Paz a su alma.
Fuente e imagen: http://www.el-nacional.com