Crónica de un intento de estafa en Santiago

Les contaré esta experiencia sobre la estafa que afortunadamente no llegó a mayores pero que les puede servir para solucionar si algún día les sucede o para que tomen previsiones.

En Chile existe una página llamada Yapo donde cualquier persona puede ofrecer productos y/o servicios. Sin duda, es el directorio más popular del país… Es como el MercadoLibre que todos conocemos pero sin ningún tipo de verificación, lo cual hace que se preste más para este tipo de situaciones.

Resulta que yo quería vender un producto y recurrí a Yapo para hacerlo. Publiqué el aviso y apenas media hora después recibí una llamada de un hombre que se notaba muy interesado en mi producto. Me pidió detalles específicos de funcionamiento y referencias del estado en el que se encontraba, sin importar que toda esa información estaba en la publicación que hice.

Luego de responder todas sus preguntas me dijo que me escribiría por Whatsapp para coordinar la entrega. Ya por chat, me indicó que él no era de Santiago pero que su hijo retiraría el producto en el lugar que acordáramos y que estando allí, luego que su hijo verificara el producto, él me depositaba y todos felices. Insistió en que era necesario que mi cuenta fuera del Banco Estado porque era el banco que tenía cerca. Tomando previsiones le dije que si esa era la manera, yo prefería hacer la entrega en una estación de metro.

Minutos después me escribió de nuevo preguntándome si la entrega tenía que ser en una estación de metro, que si no podía ser en otro lado… Yo mantuve mi posición, así que finalmente aceptó.

A la hora acordada llegué a la estación de metro y esta persona me pasó un contacto por Whatsapp con el número de su hijo… Lo llamé, nos encontramos y revisó el estado del producto. De inmediato se comunicó con su papá y le dijo que todo estaba en orden, que ya podía hacer el depósito.

Algo que me llamó la atención fue que ambas personas tenían en su perfil de Whatsapp fotos de un bebé. Pensé que podía ser el/la hijo/a de cada quien, así que no le presté atención.

Otro detalle fue que la persona con la que me encontré tenía muy mal aspecto. Sé que no está bien generalizar y que ser prejuicioso puede ser en muchos casos un error, pero esta persona lucía drogada y, de hecho, en la conversación durante la espera de la transferencia, me confesó que “tenía problemas con la marihuana que no le permitían vivir con normalidad”.

Ya en este punto yo estaba incómodo y tenía el presentimiento que la venta no iba a prosperar por X o Y razón, pero me repetía internamente que mientras el dinero estuviera en mi cuenta, todo lo demás no era mi problema.

Unos minutos después recibí la llamada confirmándome que el depósito estaba hecho, así que entré por mi teléfono a revisar la cuenta y me percaté que el dinero no salía disponible, sino que estaba en la sección “Retenciones“. Lo llamé para preguntarle que cómo me había depositado, porque el dinero me salía retenido, y me dijo que en efectivo pero que “cuando son montos altos, por más que sea en efectivo, se tarda 1 o 2 horas en aparecer como disponible”.

Obviamente, eso no tiene ningún sentido, así que le dije que llamaría al banco para verificar antes de entregarle a su hijo el producto (todo esto con el tipo en frente). Al comunicarme con el banco me dicen que el depósito fue realizado con “documento” (cheque) y que si es del mismo banco se haría efectivo al siguiente día hábil, pero que si es de otro banco, se haría efectivo al segundo día hábil.

Luego de saber esto me comuniqué con el comprador nuevamente y le volví a preguntar que cómo me había depositado. Me insistió que el depósito había sido en efectivo y cuando le dije que en el banco me dijeron que había sido con cheque, respondió: “Es lo mismo”.

En ese momento ya estaba totalmente seguro que la venta no iba a completarse y que se trataba de un intento de estafa, así que le dije que no le entregaría nada hasta que el dinero estuviese DISPONIBLE en mi cuenta. El hijo me exigió tomarle una foto a mi RUT porque ya me habían depositado y esa era la única garantía que podían tener para cuando el dinero estuviera disponible, retirar el producto. Como me negué, me dijo que no podía seguir perdiendo su tiempo, que su papá veía qué iba a hacer con eso e inmediatamente se fue.

Como era de esperarse, nunca más me contactaron y el día siguiente el dinero desapareció de “Retenciones” y nunca pasó a “Disponible”.

¿PARA QUÉ LES CUENTO ESTO?

Siempre les he dicho que, aunque Chile tiene índices de inseguridad muchísimo más bajos que Venezuela, esto no es Suiza, por lo tanto, deben tener ciertas precauciones mínimas para evitar ser robados/estafados. No me quiero imaginar cuántas personas al día caen en este tipo de situaciones en donde no hubo armas, no hubo violencia, no hubo amenazas, pero igual te roban.

Arriba resalté en negritas las partes importantes de la historia para explicarles lo que aprendí luego de investigar cómo funciona la estafa:

  • Son dos personas para que no haya dinero en efectivo en la transacción.
  • Se inventan toda una historia de un padre y un hijo, de hecho, el contacto de Whatsapp tenía la palabra “Hijo” como parte del nombre.
  • La cuenta tiene que ser del Banco Estado porque hay cajeros automáticos en los que puedes depositar sobres con cheques. Cuando lo haces, debes introducir la cantidad depositada en pantalla y luego el sobre con los cheques, por eso, en la cuenta receptora sale el monto en “Retenciones”. Los estafadores meten un sobre vacío y cuando en el banco abren el cajero para procesar los depósitos y se dan cuenta que el sobre está vacío, eliminan la transacción, el monto desaparece de las “Retenciones” y nunca se hace disponible.
  • Intentan convencerte que hagas la entrega en un lugar donde ellos tengan ventaja. En este caso no pudieron utilizar su “Plan B” (arrebatarte el producto y salir corriendo) porque una estación de metro es un sitio muy concurrido donde cualquier cosa que hagan seguro serán capturados.
  • Probablemente el mal aspecto de la persona con la que me encontré era a propósito, para intimidar.
  • Esto es MUY grave: en el Banco Estado no queda registro de la transacción. Yo tengo una captura de pantalla del dinero en la sección de “Retenciones” pero al ir al banco, ellos insisten que como nunca se trató realmente de dinero, no se ve en los movimientos. Es decir, en mi estado de cuenta no hay rastros de que esto sucedió.

Lo peor de todo es que cuando fui a la Fiscalía a intentar hacer la denuncia me encuentro con que un “intento de estafa” no es un delito, así que ni siquiera pueden investigar el caso.

Lo cierto es que allá afuera hay gente que se dedica a esto y al parecer no hay nadie persiguiéndolos.

Espero que esta historia les sirva para cuidarse. Recuerden que en todas partes hay gente queriéndose aprovechar de los demás.

Por: Jorge León

Fuente: https://venezolanoenchile.com/

Imagen: web

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