Reciclar se ha convertido en toda una tendencia de decoración en los últimos años. Incluso, cada vez hay más artistas que se suman a este movimiento y crean obras a partir de materiales que iban directamente a la basura. Reciclar los neumáticos y convertirlos en cómodos reposapiés no es algo para nada complicado, y resultará gratificante disfrutar de ellos una vez terminados.
Hoy te traemos un paso a paso para que conviertas los neumáticos viejos de tu carro en un cómodo puff o reposapiés.
Una de las maneras más fáciles de conseguir nuestro reposapiés es forrando el neumático con una tela. Para ello vamos a necesitar los siguientes materiales:
- Una tela adecuada para nuestros propósitos, con un color y textura que encajen en la decoración de nuestro hogar.
- Una grapadora para tapizar, así que, si no podemos encontrarla, necesitaremos una grapadora de oficina lo más grande posible.
- Dos tableros cuyo tamaño sean ligeramente inferiores a los de la rueda. Destornillador, tornillos y pegamento para anclarlos en la superficie.
- Gomaespuma para rellenar nuestro neumático.
- Opcional: Aunque nuestro reposapiés queda genial tal cual, podemos añadir tres patas para elevarlo un poco o unas ruedas para desplazarlo con total facilidad.
Procedimiento:
Primero tenemos que conseguir un armazón estable antes de empezar el proceso de tapizado. Para ello atornillamos el tablero que va a formar nuestra base, al neumático. A continuación, recortamos la gomaespuma del mismo tamaño que el otro tablero y vamos a pegar ambas piezas.
Esta tapa no irá fijada a la estructura, de tal manera que podemos usarla para sentarnos o retirarla y así utilizar nuestro reposapiés también para guardar cosas. Esta es la idea, reciclar materiales y aprovechar al máximo cualquier espacio.
Una vez que tenemos las dos partes de nuestro reposapiés, podemos pasar a tapizarlas con la ayuda de la grapadora. Cuanto más gruesa y dura sea la tela que hayamos elegido más duradero será nuestro puff, pero también más complicado será de montar, por lo que si no tenemos las herramientas adecuadas puede ser muy complicado. Una opción para este caso puede ser aplicar un doble forro con telas más ligeras.
Una vez completado nuestro reposapiés podemos, como indicamos antes, añadirle unas patas o ruedas para facilitar su movilidad por la habitación.
Fuente:La vida lúcida
Imagen: web