La ciudad de París es cuna de atracciones turísticas que deslumbran y hechizan a cualquier forastero que pisa su suelo ancestral. Pocas personas han logrado desenmarañar los misterios que ofrece de forma tan efectiva y amigable como Anto Montani, un venezolano ejemplar que guía, cual lazarillo, a todo aquel que quiera adentrarse en la ciudad de las luces y vivir una experiencia maravillosa.
Nuestro personaje es número uno en vida nocturna en París según TripAdvisor, y el número cinco en paseos en bici; en este espacio nos cuenta en intimidad los vaivenes de su travesía por el mundo y sus experiencias en una de las ciudades más bellas del orbe.
- ¿De qué parte de Venezuela eres? y ¿cómo terminaste en París?
Nací y viví en Caracas hasta los 25 años, soy ingeniero en telecomunicaciones de la Universidad Católica Andrés Bello y un buen día, buscando mejores horizontes profesionales, opté en un programa de captación calificada para vivir en Australia, y uno de los requisitos que me exigieron, ya que había muchos profesionales con mi especialidad, es que tuviera una maestría y un tercer idioma; allí decidí estudiar francés y una especialización en París, y quedé prendado de este lugar.
- Háblanos de tu proyecto de vida, has sido anfitrión y compañero de viaje de más de tres mil turistas que escogieron la capital francesa como destino vacacional.
Mi idea inicial era ser ingeniero de Telecom; logré ser arquitecto de redes a los 28 años y después de algún tiempo me aburrí. Como me encantaba París empecé a meterme en foros y a compartir información sobre mi visión de la ciudad, y por casualidad caí en este negocio. Actualmente estoy extremadamente feliz mostrando a los visitantes lo mejor de esta metrópoli.
- ¿Qué te motivó a salir de Venezuela?
Como a muchos venezolanos que salieron y actualmente desean emigrar, las razones que me movieron al cambio fueron la inseguridad, la inestabilidad y la falta de perspectivas laborales acordes a mis necesidades; es difícil emprender un sistema de vida con variables inalcanzables.
- ¿Cómo fueron tus primeros años en París? ¿Empezaste con Anto’s Paris apenas llegaste?
No. Primero llegué a estudiar, obtuve una pasantía en Alcatel y luego encontré un trabajo como gerente de Proyectos en Orange (es como la Cantv). Anto’s Paris nació producto de mi participación en el programa Airbnb (es como un sistema de hospedaje en casa de personas que vivan en París).Después de recibir a varios visitantes, me calificaron bien en la plataforma y la gente de Airbnb me contactó para proponerme la prestación del servicio turístico en las áreas en las que me desenvolviera mejor, y esas fueron recorrer la ciudad en bicicleta y las salidas nocturnas, y así se fue formalizando mi oficio actual.
- Leyendo tu experiencia profesional, te has formado en distintas áreas, tanto académicas como metodológicas, ¿te ha servido esta capacitación para establecerte en el extranjero?
Sí, me sirvió muchísimo; la experiencia que adquirí en mis años como profesor universitario me ayudaron a comunicarme mejor, a modular y proyectar mis ideas y mi voz de forma clara; y como gerente de proyectos pude adquirir las habilidades administrativas y estar pendiente de los detalles en la nueva página de Anto’s Paris.
- ¿Qué le aconsejas a las personas que deseen seguir tus pasos buscando mejores oportunidades en otros países?
Hay que intentarlo; existe un componente grande de suerte, por eso hay que indagar y experimentar múltiples facetas para incrementar la posibilidad de que salgan las cosas como esperamos o mejores. Yo me postulé muchísimas veces; hay que arriesgarse, meterse, leer, escuchar y echarle bolas como un buen venezolano, tenemos muy buena reputación en París.
- Menciona algún aspecto difícil que te haya tocado vivir en Francia.
Me ha ido muy bien en París, pero una de las cosas más difíciles es establecer un círculo de amistades. Los primeros tres años intentaba hacer amistades y solo duraban un par de meses porque eran personas de tránsito por estudios; París parece una puerta giratoria. Se me hizo complicado hacer amistades porque no lo hice de la forma adecuada; de unos años para acá frecuenté nuevos sitios y conocí a más personas que sí querían quedarse aquí y ahora tengo un grupo bueno de amistades.
- ¿Cómo ves el proceso de migración que vive el país?
Lo veo totalmente razonable, lógico; es consecuencia de una gestión terrible; en mi opinión, es obvio que puedes tener mejores oportunidades en cualquier parte del mundo que en Venezuela; es lógico que la gente salga y quiera irse; nada más hay una vida. Yo soy ateo y eso me dio una perspectiva de vida muy particular pues, sólo puedo aprovechar este momento porque el futuro es incierto; creo que la gente lo está viendo así y está tomando las decisiones para mejorar su calidad de vida.
- Alguna anécdota que recuerdes sobre tus primeros tiempos de inmigrante en París.
Me costó conseguir novia, porque el estereotipo del latino es el hombre que baila, habla mucho y no le gustan las relaciones serias, solo buscan acostarse con lo que se atraviese y sin ataduras. Yo no sé bailar, aprendí aquí con mis amigos y me costó muchísimo demostrarle a mi novia que sí iba a ser fiel para que me aceptara.
- ¿Cuáles son tus planes a futuro?
Anto’s Paris está empezando estabilizarse y nuestra meta es que el proyecto se automatice en las rutas que actualmente hago, buscar personas calificadas y expandir el proyecto a otras ciudades como Barcelona o Berlín. Las empresas tienen que llegar a ese punto para que verdaderamente se demuestre que pueden caminar sin que esté nadie encima.
- ¿Cuáles son las condiciones más importantes que debe tener la persona que desea emigrar?
Tener iniciativa, como dije antes: echarle bolas; meterse en cuanto curso salga, ser inquieto, preguntar lo más que se pueda y aplicar en todas partes, de esa manera podrán acercarse al objetivo que se planteen en el exterior; hay que hacer de todo, pues en algún punto existirá algo que sea favorable para emprender un mejor camino y una mejor calidad de vida.