-
La Taenia es un género de parásitos conocidos popularmente como tenias o solitarias que causan dos tipos de enfermedades parasitarias. Las 32 especies de tenia conocidas parasitan diversos animales, pero las que afectan a los humanos se conocen como “lombriz solitaria”, ya que alojan un solo gusano adulto en la persona infectada y se alimentan de sangre. Otra especie que afecta a humanos es la tenia solium, que también vive en el intestino delgado pero no alcanza más de cuatro metros.
-
Garrapata
Los ixodoideos (Ixodoidea) son una superfamilia de ácaros, conocidos como garrapatas. Para alimentarse, perforan la piel del animal y comienzan a succionar sangre. Mientras lo hacen, su cuerpo se va hinchando, hasta tal punto que no se sueltan hasta que están completamente llenas, lo que puede durar varios días.
-
Jején
Se trata de un parásito de la familia Ceratopogonidae y, por tanto, de nuevo portadores de enfermedades como el virus de la lengua azul, enfermedad equina africana o la fiebre efímera bovina que transmiten tras picar a sus víctimas para extraerles la sangre.
-
Ladilla
La ladilla (Pthirus pubis) es un insecto ectoparásito de los seres humanos, que mide entre 1 y 3 milímetros de longitud y que obviamente se alimenta de sangre. Lo asombroso de este insecto es que lo hace al menos 50 veces al día, por lo que provoca un prurito muy molesto que hace que el infectado se rasque, lo que conlleva una irritación de la piel.
-
Los hiperoartios (Hyperoartia) son conocidos vulgarmente con el nombre de lampreas. Se trata de una especie muy primitiva de cuerpo gelatinoso, cilíndrico, sin escamas y tremendamente resbaladizo. Es un animal acuático cuya boca tiene forma circular y en forma de ventosa, por lo que es capaz de adherirse a cualquier cosa. Pueden llegar a alcanzar un metro de largo y pesar hasta un kg. Una vez fija la boca a su presa, sus múltiples dientes concéntricos y su lengua que raspa la piel de las víctimas, hacen lo propio para obtener sangre y alimentarse. Sus presas favoritas son los tiburones, salmones y otros mamíferos marinos.
-
Las hembras de los mosquitos son hematófagas y por ello son frecuentes vectores de enfermedades infecciosas. Los machos, sin embargo, no se alimentan de sangre. Las hembras necesitan la sangre de sus víctimas para alimentarse y, aunque cada mosquito puede tener sus preferencias, la mayoría de ellos opta por los mamíferos y, en especial, al ser humano, por tener una piel muy fina y de fácil acceso a la “comida”.
-
Es el más grande en tamaño de todos los animales que viven a base de sangre. Sin embargo, de las más de 1.000 especies diferentes de murciélagos que existen, solo tres se alimentan de sangre: el vampiro común (Desmodus rotundus), el vampiro de patas peludas (Diphylla ecaudata) y el vampiro de alas blancas (Diaemus youngi). Cuando localiza su presa, el vampiro aterriza en una zona desprovista de pelo y muerden la zona que su sensor de radiación infrarroja les indica. Una vez hecho, no absorben la sangre, sino que la beben a lengüetadas.
Fuente: http://www.muyinteresante.es/
Imagen: web