Venezolana en Perú: lo esencial

Conseguir vivienda no es tarea empinada, menos imposible, es esencial. El auge económico en Perú se refleja en las innumerables construcciones que en todas las calles pueden verse y los carteles amarillos con grandes letras en mayúscula anunciando: “SE ALQUILA” que adornan los balcones. Con los verdes ahorrados y con la suerte de partir con Cadivi en mano, los 700 dólares en tarjeta de crédito y los 300 en efectivo,  da para pagar al menos dos meses de arriendo.

Un título o una profesión con experiencia son valorados en el país del ceviche, el verdadero problema está en el eterno dilema del huevo y la gallina: ¿qué fue primero, el carnet de extranjería o el trabajo? Ingresar a páginas web para dejar el curriculum vitae no tiene mayor complicación. El proceso se da de la siguiente manera: revisión de los datos del postulante, preselección, la tan esperada llamada para acordar una cita, y, finalmente, en la entrevista, la pregunta de rigor: “¿Tienes carnet de extranjería?”.

El carnet de extranjería –CE- es una especie de cédula de extranjero que permite trabajar, abrir cuentas en bancos y realizar una serie de trámites importantes para vivir legalmente en Perú. En la página web se puede ver los requisitos para obtenerlo. Son claros, dependerán del tipo de calidad migratoria al que se quiera optar. Sin embargo, el escenario más común es el de trabajador. Representa una visa que permite una estadía de un año, con prórroga, en actividades laborales en una empresa inca.

Requisitos: formulario de solicitud de cambio de calidad migratoria, pago al Banco de la Nación de 117,60 Soles –40,55$-, copia del pasaporte con una vigencia de un año, ficha de antecedentes penales emitida por la Interpol, y, el broche de oro: contrato de empresa peruana legalizado, RUC –equivalente al RIF- de la misma y carta del representante legal.

Todo iba bien hasta que se lee “contrato”, lo que quiere decir: para poder tener CE se debe contar con un trabajo, pero para que contraten a un extranjero, este debe tener CE, y eso es lo esencial para un venezolano emigrante en el Perú.

“¿Ser o no ser?…”

Pocas empresas se arriesgan a contratar extranjeros sin papeles debido a que son muchas las responsabilidades penales a las que se enfrentan. Entre ellas, una cláusula en el contrato que indique que la entidad jurídica se hará cargo de los pasajes de vuelta a su país en caso de que el trabajador deba regresar.

Existen tres caminos: el primero es la paciencia, la buena fe y la esperanza de encontrar una empresa que quiera contratarte; de segundo, está la audacia de abogados que ofrecen orientación y apoyo en el trámite; y tercero, simplemente, sumirse en la clandestinidad trabajando en lugares como restaurantes o negocios pequeños.

Entonces, con suerte, unos, trabajan contratados; otros, los más pudientes, trasladan sus empresas venezolanas; muchos, deciden montar su negocio propio y algunos, simplemente sobreviven con trabajos itinerantes que les permitan mantener una entrada haciendo lo que saben o pueden hacer.

Por: Oriana Montilla.

Fuente: http://elestimulo.com/

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