Recientemente recibí un correo de una persona planteándome una pregunta que me han hecho en repetidas ocasiones: Me llama la atención esto de emigrar y buscar un mejor futuro, pero, realmente ¿vale la pena dejar todo lo que he logrado por algo incierto?
Lo primero que tengo que decir es que realmente es una pregunta compleja, y bueno, no puede ser de otra manera, pues emigrar es algo que va a marcar tu vida irreversiblemente. Además, está cargada de mucha subjetividad, todos los seres humanos somos muy diferentes y tenemos valores muy distintos, lo cual va a determinar de una u otra forma cómo veamos esta experiencia. Lo que voy a plantear aquí es mi opinión, lo que de una forma u otra me hizo tomar la decisión de emigrar o como hoy por hoy veo las cosas después de haber vivido todo este tiempo por aquí.
La tan preciada «estabilidad» laboral
El primer factor que todos evaluamos cuando pensamos en emigrar es poner en juego la «estabilidad» alcanzada. Tengo un trabajo fijo y un sueldo decente/bueno, cómo voy a perderlo y empezar desde cero… bueno yo estuve ahí hace unos seis años y la interrogante fue la misma.
Unos cuantos años han pasado y después de vivir esta experiencia debo decir que eso de «estabilidad» es tan relativo. Si eres empleado, como yo, eso de estar fijo, es, digamos, una ilusión. Me explico, vivimos en un mundo que está cambiando constantemente, el día de mañana, digamos, la empresa cambia de directiva, o viene una reestructuración o la economía se afecta y si al empleador no le conviene económica o tácticamente tenerte ahí, no hay trabajo fijo/permanente que valga y por muy bien que hagas tu trabajo hasta ahí llegó.
Y créanme, esta opinión no la tenía hace seis años, pero con los años me he dado cuenta que así se juegan las cartas. Donde trabajo actualmente suelen hacer reestructuraciones y he visto como muchos cargos los hacen redundantes forzando a muchos empleados «fijos» a dejar sus trabajos. Y en Venezuela también vi casos similares muchas veces. Y no es que las empresas sean malas, simplemente se adaptan al cambio para sobrevivir y hacen lo que sea necesario para lograrlo.
Desde que dejé mi trabajo en Venezuela para venirme para acá, creo que empecé a ver el tema diferente y dejé de aferrarme tanto a un empleo particular.
La verdad es que todos tenemos algo para ofrecer y si dejamos un trabajo (por decisión propia o ajena a tu voluntad) no quiere decir que no vamos a poder conseguir otro igual o aún mejor. Muchas veces nos aferramos a lo que conocemos, a la bien llamada zona de confort, y dejamos de explorar otras opciones que muy bien pueden traernos gratas sorpresas.
¿Y todas las cosas que he logrado con tanto sacrificio?
Mi carro, mi casa. ¿Cómo voy a deshacerme de mis cosas? Nuevamente un tema delicado, pero fíjense algo, todos estas cosas son materiales, y cuando emigras no lo haces porque quieres venir y comprarte un super carro o casa (al menos no lo haces solo por esa razón) , lo haces porque quieres alcanzar cosas aún más importantes, de repente tranquilidad, seguridad o un espacio más tranquilo para tus hijos.
Es allí cuando uno se pregunta: en mi escala de valores, ¿qué es más importante?, ¿qué es realmente lo que quiero?, ¿por qué se me está pasando por la cabeza esta idea loca de emigrar?
Algo sí es cierto, si en nuestros países de origen pudimos comprar esas cosas que tanto queríamos, aquí también lo podremos lograr, quizá no al llegar pero poco a poco.
Sin embargo, hay cosas que sí vas a poder disfrutar desde el día uno de esta aventura, por ejemplo, tranquilidad. Cuando nosotros decidimos venirnos a Australia, esa era una de las cosas que más anhelábamos, un poco de tranquilidad. Y aunque este país no es perfecto, y también hay delincuencia, te sientes realmente tranquilo caminando en las calles y eso para mi es esencial.
En mi opinión, las cosas materiales no te definen, creo que todos vinimos a este mundo sin nada, y sin nada nos vamos de él, creo que son las experiencias las que más te marcan.
Mi consejo, es que tomen papel y lápiz y listen cuál es la razón por la cual quieren emigrar, cuál es el porqué. Les aseguro que estas respuestas les pueden hacer mucho más fácil la toma decisiones.
Por: Diana.
Fuente: http://venezaau.blogspot.com/
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