Hay muchísimas razones por las que una persona puede sentir que debe marcharse del país en el que vive (donde probablemente ha nacido y vivido siempre), pero cuando esa inquietud comienza a dar vueltas en su cabeza, se enfrenta a una primera gran duda: ¿Cómo elegir tu destino a la hora de emigrar?
Elegir el sitio al que te irás no es nada fácil. Se trata de una de esas decisiones en la que somos más susceptibles de cometer errores porque, cuando nunca se ha emigrado (y no se tienen referencias familiares cercanas de migración), saber qué hacer depende de circunstancias y condiciones que no siempre están bajo nuestro control.
Hay varios elementos a tomar en cuenta a la hora de emigrar. Uno de ellos es, precisamente, tu realidad personal. El lugar donde naciste, las nacionalidades que tienes, las características particulares de tu grupo familiar, la profesión o profesiones que tienes y, por supuesto, la cantidad de dinero disponible para esta nueva etapa de vida.
También es importante tomarte un tiempo para reflexionar y tener muy claras las razones que te motivan a dar este importante paso. Si estás seguro de lo que quieres lograr (o sabes exactamente de qué quieres alejarte), podrás evitarte en el futuro la frustración de no encontrar lo que estabas buscando o que se repitan las mismas situaciones que hoy te obligan a emigrar.
Como siempre, mi consejo es que busques llegar a un sitio en el que puedas estar totalmente legal, tanto tú como tu familia, en el menor tiempo posible; porque mientras no estés habilitado legalmente para trabajar, te costará muchísimo más obtener ingresos económicos suficientes, complicando severamente tu nivel de vida y la seguridad emocional de tu familia.
Recuerda que cada país es distinto y, en consecuencia, las leyes son diferentes en cada uno. Piensa que el lugar en el que le ha ido de maravillas a un amigo o familiar tuyo no necesariamente es el ideal para ti, por lo que te sugiero que tomes en cuenta los siguientes…
Tips para elegir tu destino a la hora de emigrar
1. Escoge un lugar que te guste y en el que te sientas bien; algo así como ese lugar sobre el que siempre has pensado: “Quisiera vivir allí”. Recuerda que tener calidad de vida también incluye la posibilidad de disfrutar el entorno, los paisajes, la comida, la cultura y las particularidades propias de la nueva comunidad a la que vas a pertenecer.
2. Toma en cuenta las oportunidades que ofrece ese país para que puedas irte legalmente o tengas facilidad de obtener tus papeles en corto tiempo.
3. Incluye en tu presupuesto (en una categoría prioritaria e imprescindible) los costos totales para el papeleo legal. Hay países en los que eso solo te costará 100 dólares sin necesidad de abogado ni nada, mientras que hay otros donde es obligatorio contratar un abogado y los trámites pueden costar hasta 3.000 dólares por persona.
4. Busca un país en el que los trámites tomen poco tiempo, porque mientras más tardes en tener tus papeles, más te tardarás en conseguir empleo y más dinero gastarás de tus ahorros.
5. Elige un sitio que tenga un clima agradable y en el que tengas la seguridad que no será un problema en el futuro.
Esas son, en mi opinión y experiencia personal, las cuatro variables más importantes que hay que tomar en cuenta a la hora de seleccionar un país al que emigrar, porque la verdad es que irse a otro sitio no es sencillo y hay muchos escollos que pueden convertir tu sueño en una pesadilla; cuando se planifica con más humildad y menos orgullo es posible minimizar los riesgos y aumentar las probabilidades de que esos sueños se hagan realidad.
Fuente: https://www.enriquevasquez.org
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