Manuel Alfredo Sánchez Luna, considerado por muchos como el cantante popular y lírico más importante en la historia musical de Venezuela, fue conocido con el nombre artístico de Alfredo Sadel, y llamado el «tenor favorito de Venezuela».
Realizó estudios primarios hasta 1944 cuando se vio en la necesidad de abandonar el Colegio Salesiano de Caracas debido a los problemas económicos que afrontaba su familia. A la edad de 16 años, debuta como cantante en Radio Caracas donde, a pesar de estudiar canto por espacio de tres meses, fue finalmente rechazado. No obstante, convencido de su talento para el canto, continúa insistiendo hasta que ingresa en agosto de 1947 al programa Caravana Camel que transmitía Radiodifusora Venezuela, pero debe cambiarse el nombre, mediante una combinación del apellido Sánchez con Gardel, haciéndose llamar Sadel.
En 1948, se produce un importante momento en su carrera artística, ya que graba el pasodoble Diamante Negro, primer disco de fabricación nacional, que constituyó un éxito de ventas y el inicio de una ascendente trayectoria musical. Con los boleros Son dos palabras y Desesperanza, esta última declarada canción del año en 1949, se define su condición de bolerista de marcada ascendencia popular.
En 1951, consecuencia de su creciente popularidad, se produce su estreno en el cine, al protagonizar el film Flor del campo. En 1952, viaja a los Estados Unidos para realizar varias presentaciones, actuando al año siguiente en el Chateau Madrid de Nueva York durante 13 semanas seguidas, estableciendo un récord y debutando además en la televisión norteamericana en el programa Colgate Comedy Hour. Sadel compartió su carrera como cantante con la actividad sindical, promoviendo en 1947 la fundación de la Asociación Venezolana de Artistas de la Escena.
Alfredo Sadel grabó más de dos mil canciones recogidas en cerca de 200 discos de 78 RPM y unos 130 larga duración (LP), editados en diversos países; la Fundación que lleva su nombre, lo está recopilando en discos con tecnología digital, en un serie denominada Documentos Alfredo Sadel, de modo que su voz y su memoria estén siempre presentes en el acervo cultural venezolano.
A las 4:20 de la madrugada del 28 de junio de 1989, dejó de existir este artista que representó dignamente a Venezuela en los mejores escenarios del mundo y cuya calidad vocal fue elogiada con innumerables adjetivos en el ámbito internacional donde se destacó. Una penosa enfermedad atacó su vida hasta llevarlo al descanso eterno.
Fuente: http://www.venezuelatuya.com
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