Me tienen harto los ingleses, su patriotismo y las banderitas. La comida en Londres no sirve. En esta ciudad no se puede hacer amigos. En mi país brilla el sol 365 días al año. Mi ciudad no la cambio por nada. Mi país es lo mejor del mundo. Las playas en UK son una porquería. En esta nación no tengo tiempo para nada, puro para trabajar. Odio la cultura inglesa. Esto es una caga e’ país.
Esto es lo que he leído recientemente en varios blogs de latinos e hispanos residenciados en el UK. Es decir, que muerden la teta mientras los amamantan. Y me pregunto, ¿qué hacen aquí? Si todo fuese tan bueno en los países de donde vienen, lógicamente no estarían viviendo y trabajando en Londres o alguna otra ciudad del Reino Unido.
Seguramente que algunos dirán que no sabían que la cosa era así, independientemente que tengan razón o no, pero de ser eso cierto, oye vale, lo mínimo que deberían hacer es darse contra una pared, porque ¿qué es lo que no se sabe hoy en día con los medios?
Cuando emigras, inevitablemente harás comparaciones de lo conocido con lo nuevo y la balanza se inclinará varias veces para ambos lados, pero de allí a que caigas en lamentaciones y en lloriqueos no solo muestra una falta de madurez, sino también falta de una aptitud necesaria para lograr la integración y estabilidad en una nación y sociedad que tú escogiste.
Ningún país es perfecto y sabemos que emigrar no es para todo el mundo, pero si eres una persona que acostumbra a ver más lo negativo que las cosas buenas y oportunidades que un país te pueda brindar, quizá sea hora de reconsiderar tus planes y opciones, porque lo mismo podría suceder en cualquier otro país.
Por: Frank