El 16 de septiembre del 2015 a las 19:54 se registró un terremoto de 8.3 grados en la escala Richter con epicentro en Illapel, 232 km al noroeste de Santiago. Si estás pensando en venirte a Chile tienes que estar consciente de este “pequeño detalle” porque esto es una realidad inevitable.
El venezolano común conoce temblores leves, de 4 o quizás 5 grados, pero lo que sucedió ese día en Santiago sobrepasó todo registro previo. Es una sensación nueva, algo distinto que no todas las personas sabrían manejar de la mejor manera porque hay que vivirlo para entenderlo.
No solo es complicada la situación durante el sismo sino también luego de él, porque las réplicas pueden llegar a ser de igual magnitud, sobre todo las más inmediatas. A más de 24 horas luego del primer movimiento, se siguieron sintiendo temblores leves.
Aquí existe un respeto importante hacia los desastres naturales, tanto así, que los edificios están diseñados con esto en mente; en todas partes ves planes de evacuación perfectamente señalizados y la gente es educada desde muy temprana edad para enfrentar estas situaciones.
Cuando estaba recién llegado recuerdo que una de las primeras cosas que pregunté fue cómo se debía reaccionar frente a un terremoto y aprendí que el primer reflejo tiene que ser acercarse a la puerta y abrirla para evitar que se quede trancada… Afortunadamente, ese día apliqué esto (entre otras cosas) y sentí que mis primeras conversaciones con los chilenos valieron la pena.
Algo que me llamó la atención fue que si en Facebook tienes configurado Chile como “tu casa”, te pregunta si estás bien. En caso afirmativo, coloca un post en tu muro avisándole a tus amigos que todo está en orden, garantizando la tranquilidad de las personas que se preocupan por ti cuando escuchan la noticia.
Como esto es vital y mi intención es transmitirles la mayor cantidad de información antes que lleguen aquí, les dejo esta imagen con las recomendaciones más importantes en estos casos:
Por: Jorge León.
Fuente: https://venezolanoenchile.com/