Hace 219 años, el 22 de octubre de 1797, el valiente francés André Jacques Garnerin logró el primer salto en paracaídas. Para ello, se lanzó desde un globo aerostático a 350 metros de altitud mientras miles de personas le observaban en el parque Monceau, temerosos de que hubiera un impacto.
Sin embargo, el descenso fue un total éxito, y en adelante, Garnerin se dedicó a hacer saltos de exhibición, entre ellos, uno desde casi 2500 metros de altura sobre la ciudad de Londres.
En este primer salto de la historia realizado en París, el paracaídas estaba hecho de seda y con un poste de sostén que hacía que se viera como un enorme paraguas reforzado; no tenía orificios para la ventilación, por lo que el aire escapaba por un lado en primer lugar, para luego hacerlo por el otro. Sin duda, una forma peculiar de efectuar el salto.
André Jacques Garnerin es considerado como el primer paracaidista de verdad, habiendo realizado numerosos saltos y entre ellos uno de 8000 pies de altura (aproximadamente 2430 metros) sobre Londres con un paracaídas con campana de seda de unos siete metros de diámetro.
.jpg/250px-Early_flight_02561u_(4).jpg)
Su esposa, Genevieve Labrosee, fue la primera mujer en saltar en paracaídas, en el año 1798. Su sobrina Elisa saltó 40 veces entre 1815 y 1836. En 1804, el astrónomo Jerôme Lalande, que había sido testigo de los experimentos de Garnerin, ideó la válvula o abertura superior, con lo que consiguió reducir las oscilaciones.
Tras un sin fin de numerosas exhibiciones, Garnerin moría de forma trágica en 1823, cuando estaba preparando un vuelo en globo dirigible. Falleció el 18 de agosto, golpeado en la cabeza por una viga mientras hacía los preparativos para el vuelo.
Imagen: web