Iba de camino a casa en mi bicicleta, maravillado, como siempre, con la belleza del paisaje. Hermosos árboles, hermosas calles, hermosas casa, hermosos parques por donde quiera que mirara.
Venía precisamente de uno de esos parques. Había cuadrado con un amigo para echar unas partiditas de tenis y disfrutar el día haciendo un poco de ejercicio. Así lo hicimos.
Lo cierto es que de camino a casa pensaba en tonterías y gafedades. Cosas sin absolutamente ninguna importancia o transcendencia. Supongo que el no tener problemas importantes en mi vida ha reducido mi capacidad filosófica. Me encanta.
Pensé en Venezuela, como hago de vez en cuando. Ya ha perdido enormemente la capacidad de influenciar mi vida, pero todavía quedan pequeñas piedritas en mi zapatos. Mi familia esta allí. Mis amigos están allí y todavía quedan allí montones de gente buena que harían de cualquier país un gran país, excepto que son minorías en Venezuela.
Desvié mis pensamientos a temas más alegres. Uno sobre todo, que siempre me anima. Cuando estaba en Venezuela me gustaba preguntarme qué estaría haciendo justamente dentro de un año ya en Australia. Me gustaba pensar en eso porque me daba pie a pensar cómo podría ser mi vida allá.
Así que me respondí…
Estás por unas de las calles de Australia. Tu nuevo hogar. Sientes el aíre frío en tu cara mientras te diriges a tu casa, donde te espera una parrillita con los vecinos. Andas en tu bicicleta y disfrutas cada minuto del trayecto. Durante años soñaste con cambiar tu carro por una de esas. Piensas en que acabas de pasar la Navidad y te sorprendes porque en ningún momento te preocupaste por los costos de los regalos navideños ¿A dónde se fueron mis problemas? Te preguntas. Tienes ya siete meses sin verlos. Reconoces que todavía tienes problemas, pero son del tipo que solo dependen de ti para ser resueltos. Piensas en el tú que está un año en el pasado y en sus preocupaciones. Te compadeces. ¿Cómo se puede vivir en esa situación? Todavía hay muchos que viven en esa situación. Darías lo que fuera por tan solo poder darle un pequeño mensaje… ¡Paciencia! La paz viene en camino.
Por: GianSaro.
Fuente: http://proyectodejarelpelero.blogspot.com
Imagen: web