México es un país increíble, su gente es hermosa y te hacen sentir como en casa. Creo que todo venezolano que decide vivir acá, ha tenido muchas oportunidades para hacer un camino bonito y mucho es gracias a que este país nos hace sentir como en casa. Acá les doy cuatro razones de por qué pienso eso.
Su gente, mi gente; mi casa, tu casa
Cuando llegué a Cancún, uno de mis primeros panas en el trabajo me dijo: “Acá queda tu casa” y yo no entendí. Poco después, caí en cuenta de que se refería a que él vivía ahí y recuerdo que me pareció como la real bienvenida a este país. ¡Qué cosa más linda que todos los mexicanos te dicen eso cuando hablan de su casa! Y hago esta intro a este punto porque es perfecta para describir esa empatía que el mexicano hace con los extranjeros, esa calidez, las ganas de conocerte, la camaradería que consiguen en la primera conversación. Si le suman que para hacer amigos en una cola nosotros los venezolanos estamos mandados a hacer, pues se imaginarán lo grato que es venir enguayabado de tu país y sentir el mismo calor humano en otro terruño.
La comida, ¡por Dios!
La comida de México es la señora comida, es patrimonio cultural de la humanidad. Como su sazón es rica en aliños y, debido a que producen casi todo lo que en Venezuela se producía, entonces acá puedes conseguir todos los ingredientes para hacer comida venezolana. Entonces, imagínense poder deleitar ambas comidas como algo común, como eso que no podrías hacer en algún país de Europa en donde por un coco debes empeñar la córnea. Obviamente, hay sus disimilitudes en ciertas cosas; por ejemplo, nosotros hicimos hallacas este diciembre y todo viento en popa, hasta que nos dimos cuenta que las hojas estaban cortadas para tamales, es decir, eran pequeñas. Las hallacas salieron tamaño normal, como pa’ comerse dos de una sentada, pero igual salieron deliciosas y no costaron tanto.
La diversidad ambiental
Venezuela no es el único país del mundo con n cantidad de climas, vegetaciones, fauna, flora. México tiene igual diversidad y, apartando la desventaja de que acá tienes que moverte en avión para todo y la gasolina es cara, tienes pa’ donde agarrar siempre que quieras pasar del calor al frío, de la montaña a la sabana o a la playa.
La felicidad a pesar de todo
Así son los mexicanos y así somos los venezolanos, y aunque México no sea el país más seguro del mundo, acá se comparte esa premisa implícita de sonreír ante todo, y sentir que, aunque el entorno y las circunstancias no te den todo para ser feliz, la felicidad viene de adentro y siempre habrá un buen plato de caraotas pa’ matar el hambre, tequila para olvidar las penas y fútbol para divertirse un rato. No sé exactamente cómo será en otros países; sin embargo, en lo que a mí respecta, creo que no hubiera podido vivir en un país sin ese “chiste para todo” que, aunque muchas veces nos hizo y nos sigue haciendo daño a los venezolanos, son muchas más las que nos ayuda a soportar la carga, y para carga, la de salir de tu patria y arrancar de cero.
Por: María Fernanda Valderrama Pru
Fuente: http://www.venezolanosenmexico.org/
Imagen: Web