Pablo dice que yo siempre hago lo que quiero y en eso tiene toda la razón. Soy necia desde chiquitita y si no que lo diga mi mamá. Cuando algo se me mete a la cabeza y realmente lo quiero, lo consigo. Soy de las que piensa tajantemente que “el que quiere, puede”. Una lástima que todavía no sé una buena traducción para esta frase, porque sino sería mi grito de guerra holandés. ¿Alguien sabe como se usa esa frase en holandés?
La cosa es que cuando decidí emigrar y dejar todas mis comodidades atrás, además de tener claro que haría todo lo humanamente posible para integrarme en esta sociedad, también era mi meta desarrollarme y crecer como profesional en Holanda -o en cualquiera otro país en donde me asentara-.
No es fácil. Lo sé.
Llegar a un nuevo lugar donde nadie te conoce y donde tienes que empezar de cero en todos los aspectos, no es fácil para nadie. Inclusive para aquellas lumbreras que parecen llevarlo ligero mientras uno se acaba las uñas. No. El miedo al fracaso, a no alcanzar el nivel o a no llegar a ser exitosos profesionalmente, muchas veces nos frena y nos aleja de todos esos lindos sueños que se vinieron empacados junto a los calzones en la maleta.
Pero como mi grito de guerra holandés dice “el que quiere, puede”, pues yo me he lanzado al ataque desde el primer momento en que toqué tierras bajas y siempre ha sido mi motivo a seguir hacia adelante y autopatearme el c*** para salir a la caza del éxito cuando las ganas son mínimas y estoy poseída por el no-lo-lograré. Levanta esas nalgas que nadie va a venir a ofrecerte la oportunidad de tu vida echada en este sillón. Y te puedo decir que con pequeños pasitos estoy alcanzando parte de lo que quiero y lo que más me llena de satisfacción: trabajar en lo que estudié.
Por eso quiero dejarte en el video de hoy algunos tips que me han ayudado a mí para construir mi vida profesional en este país y que quizá le sirva de arranque a todos aquellos que están empezando esta aventura holandesa.
Por: Ley.
Fuente: http://www.naciendoenholanda.com/
Imagen: web