En repetidas oportunidades hemos escrito sobre el recelo que tienen en Quebec sobre el inglés, idioma que consideran puede, tarde o temprano, terminar desplazando al francés como el más importante en la Provincia. Con el paso de los años, hemos ido viendo cómo principalmente son aquellos nacidos y formados en las décadas de los 50 y 60 quienes han fomentado ese rechazo a la lengua de Shakespeare.
No en vano políticos al estilo de la anterior primera ministra, Pauline Marois, de unos 60 y tantos años largos de edad, prácticamente «machucan» el inglés, por no decir que no lo hablan. Son muchos los políticos de su generación los que se han ocupado de mantener viva esa campaña contra el avance del inglés, impidiendo que las nuevas generaciones sean formadas bilingues, dominando francés e inglés por igual, realidad y necesidad del mercado laboral de la Provincia.
No son pocos los padres contemporáneos con nosotros, incluso en una zona 100 % francófona como Varennes, que se asombran y ven con sana envidia que nuestros chamos puedan expresarse en tres idiomas, porque hasta Mathias, con sus tres años recién cumplidos entiende y responde ya sea en español, francés o inglés. Lo cierto es que me sorprendió mucho que durante la reunión de padres con los maestros la noche de ayer por el inicio del año escolar, al tocarle unos pocos minutos al profesor de inglés de Santiago (quinto grado), el interés mostrado por los padres sobre el tema fue significativo; padres francófonos que en algunos casos poco hablan el inglés, pero que entienden su importancia en el siglo XXI.
Definitivamente se dan cuenta que si quieren que sus hijos sean competitivos en el futuro, laboralmente hablando, deben dominar el inglés. El encuentro en la clase de Santiago fue de una hora, donde se explicó la dinámica general de lo que sería este año escolar que recién comienza. El profesor de inglés interrumpió por cinco minutos al profesor titular de la clase para hablar de su materia, momento en el cual los padres demostraron estar de acuerdo con que una vez a la semana de inglés es poco, aprovechando para exigirle al profesor más tareas, actividades para la casa, más expresión oral, etc.
Muy bueno eso, y de la misma manera deberían presionar a las Comisiones Escolares y al Ministerio de Educación de Quebec para que el programa de inglés sea reforzado, teniendo mayor presencia en el horario escolar. Esperemos que poco a poco vayan cambiando esos viejos conceptos de que el inglés «es malo y poco necesario».
Por: SCA.
Fuente: http://asiveoyvivocanada.blogspot.com
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