Los anisópteros, conocidos comúnmente como libélulas, son paleópteros, es decir, insectos que no pueden plegar las alas sobre el abdomen. Se caracterizan por sus grandes ojos multifacetados, sus dos pares de fuertes alas transparentes y por su abdomen alargado. Se alimentan de mosquitos y otros pequeños insectos como moscas, abejas, mariposas y polillas.
Conoce más de este impresionante insecto a través de las siguiente curiosidades:
1- Las libélulas son unos insectos que están sobre la Tierra desde antes de que aparecieran los primeros dinosaurios. El fósil más antiguo es del Carbonífero, registrado hace unos 320 millones de años.
2- Aunque no son mortalmente venenosas, las libélulas (anisópteros) ocupan un lugar privilegiado entre los depredadores. El insecto alcanza al 95 % de toda cosa comestible que tiene ante sus ojos, por lo que es el animal más mortífero del planeta.
3- Sus ojos son los más grandes y unos de los más precisos de todos los insectos. Están compuestos por más de 30.000 facetas hexagonales diminutas, cada una de las cuales posee su propio cristalito y retina. Esto le permite ver 360º de su entorno sin necesidad de girar la cabeza.
4- Ha perfeccionado tanto su vista que el resto de los sentidos casi han desaparecido. Los ojos de la libélula, se juntan en la parte posterior de la cabeza y le permiten ver a su presa desde una distancia de hasta 12 metros.
5- No pueden caminar, porque sus patas son simples garras mecánicas para atrapar presas.
6- Suelen emigrar en grupos que, a lo largo de varias generaciones, cubren distancias de más de 15.000 km, es decir, un tercio de vuelta al mundo.
7- El cuerpo frágil y las alas largas y delgadas hacen que la libélula sea uno de los insectos más veloces del mundo.
8- La libélula común, Anax junius, es una de las mayores y más rápidas, puede alcanzar una velocidad de 85 km por hora. Sin embargo, se cree que la especie australiana (Austrophlebia costalis) es capaz de alcanzar los 97 km/h.
9- Las libélulas emplean la ilusión óptica para acechar a otros insectos que invaden su territorio. Se pueden mover de tal forma que se proyectan a sí mismas como un objeto estático mientras atacan con rapidez a sus víctimas.
10- La “Meganeura” que vivió en el periodo Carbonífero hace 300 millones de años, contaba con unas alas de más de 75 centímetros, siendo la mayor especie conocida de insectos voladores que jamás haya aparecido sobre la Tierra. Eso sí, volaba mucho más lento que la libélula actual.
Fuente: http://www.planetacurioso.com/
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