Para residenciarse en Chile, es importante tener en cuenta que el único requisito es ir con visa en mano, es por ello, que en este trabajo se explicará cuáles son los tipos de visas, que serán de gran utilidad.
Visa sujeta a contrato: para esto se necesita acreditar su residencia así como también la permanencia dentro de la región y empezar las actividades laborales luego de que se realice la firma del contrato en la empresa donde ejercerá el extranjero. A los inmigrantes que deciden probar suerte en las empresas chilenas se les conoce con el nombre de “Residente Sujeto a un Contrato”; lo maravilloso de este tipo de visas es que se le otorga al trabajador, así como también a su núcleo familiar más cercano: hijos, cónyuge, padre y/o madre.
Visa de estudiante: otorga un permiso al extranjero de ir a la nación chilena con intenciones de estudiar en cualquier nivel académico, bien sea escolar, bachillerato o universitario. A su vez, este documento permite el cambio de institución del solicitante; sin embargo, no autoriza que el mismo practique actividades remuneradas.
Visa con vínculo chileno: Esta es otorgada a aquellos emigrantes que se hayan unido en matrimonio con un chileno(a). A su vez, también aplica en individuos que sin casarse poseen hijos en común con un residente legítimo de Chile. Anteriormente, para obtener una visa como descendiente de un chileno se tenía un plazo de un año residenciado en Chile para poder obtener la nacionalidad; en la actualidad, puedes conseguirlo hasta siendo parte de la segunda generación de descendientes de un individuo chileno.
Para la solicitud de este último tipo de visa debes contar con estos requisitos: certificado de nacimiento y acta de matrimonio del habitante chileno, más el certificado de nacimiento del solicitante. En caso de pedir esta visa por ser cónyuge, se necesita certificado de matrimonio en Chile, certificado de nacimiento de la pareja y acta de fondos monetarios de los mismos.
Fuente: http://www.perdidosenchile.cl/