¿Por qué las organizaciones en Holanda funcionan?

Una de las primeras cosas que notas cuando llegas a Holanda, es que todas las cosas funcionan a la perfección, al parecer. Y aunque esto no sea 100 % cierto, hay que reconocer que todo fluye mucho mejor que en Latinoamérica.

Pero cómo, y sobre todo, por qué las organizaciones en Holanda funcionan, inclusive en aquellos casos cuando ninguno de los miembros organizadores ocupa un cargo remunerado.

Mi papá siempre hacía una reflexión con respecto a las organizaciones de europeos en Venezuela. Remarcaba cómo los únicos clubes que funcionaban por años y años, eran aquellos con background europeo. Clubes españoles, italianos, portugueses.

Responsabilidad y compromiso

¿Alguna vez les comenté que una de las actividades que realizaba al inicio de mi vida holandesa era el trabajo voluntario en una organización de gimnasia del pueblo? En ese entonces, ellos solicitaban a alguien que se hiciera cargo del puesto de tesorero (lo que en holandés se conoce como peningmeester). Yo, que no tenía ni idea de qué era eso, solicité igual y dije que no sabía nada pero que yo era inteligente y que podía aprender en el camino.

La administración de la organización, como en la enorme mayoría de organizaciones en Holanda, funcionaba solo -SOLO- con trabajo voluntario. Ni el presidente, ni la secretaria, ni la tesorera -eme aquí- recibían remuneración alguna por el trabajo que se habían comprometido a hacer. Nadie cumplía su función por recibir dinero a final de mes, ni entregaban su trabajo a tiempo por recibir un bono, ni asistían a las reuniones por marcar una hora de trabajo. Nadie recibía ni un céntimo por mantener a flote una organización de gimnasia que lleva toda la vida activa y funcionando de la misma manera en el pueblo.

Así como funciona una empresa que genera ganancias y paga a sus empleados de todas la escalas, así mismo funcionan estas organizaciones con trabajo voluntario. Existe un presidente, que es escogido cada cierto tiempo, un vicepresidente, un secretario, un tesorero y cualquier otro cargo que sea necesario para el buen funcionamiento de la organización. Es gente que se compromete a realizar su trabajo por un tiempo determinado y si en algún momento no pudieran seguir ocupando el cargo, renuncian de manera tan formal como lo haría un gerente de cualquiera de las empresas más grandes del mundo.

Así como hace una empresa, se agenda todo el programa de un año con anticipación. Las reuniones del comité, las reuniones con los miembros, los eventos que quieren realizarse y todo lo que tenga que ver con el cronograma del año próximo. Léase bien, del próximo año.

Así como hacen las grandes organizaciones, se mantiene informados a todos los miembros del cronograma, se hacen públicos los números de la administración e, incluso, se conversa sobre las proyecciones a futuro que se tienen en planes.

Nadie espera un gracias, nadie se queja con un “yo lo hago todo”, nadie cree que tiene más o menos poder desde el cargo que ejerce, y sobre todo, nadie se hace la víctima por estar cumpliendo un trabajo que bien podría ser remunerado pero no lo es.

Al igual que un trabajo remunerado, nadie se desentiende de su compromiso y asume su propia responsabilidad. La única diferencia, es que nadie les paga por los servicios.

La rigidez holandesa dicta que cualquier organización necesita de una gestión bien estructurada para funcionar. Necesitan establecer calendarios, fechas, reuniones, hacer anuncios, mantener a los miembros que no son parte del comité felices, etc.

Por esta manera de pensar, y aunque a veces nos quejemos de un sistema muy cuadrado, es que en este país las organizaciones funcionan mejor, pueden ser más transparentes y son más sostenibles en el tiempo.

Que si estoy de acuerdo con el trabajo voluntario, ese sería tema para otro post, pero lo que sí me queda claro, es que todo se basa en el compromiso de cada uno como persona. Individualmente o en grupo. Si todos asumiéramos nuestros puestos con compromiso, sin tener que esperar algo a cambio, especialmente cuando no nos lo han ofrecido, quizá tuviéramos toda una gama de clubes latinoamericanos en Holanda.

Por: Ley.

Fuente: http://www.naciendoenholanda.com/

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