El fútbol en Catalunya, más que un deporte

Hoy voy a hablar de fútbol, a los que me conocen  les sonará muy extraño,  pero es imposible hablar de la cultura catalana sin tocar este tema.

En general, España se caracteriza por jugar buen fútbol, es un deporte con mucha fanaticada y que despierta pasiones. Todas las ciudades importantes tienen equipo, y algunas incluso varios, como es el caso de Barcelona, que tiene el Barça y el Español, y Madrid con el Atlético y el Real Madrid, entre otros.  Aquí se juegan principalmente tres torneos, la Copa del Rey, la Liga BBVA (la conocida Liga Española) , cuyos ganadores se enfrentan luego en la Supercopa y la Champion League, las dos primeras son nacionales y la última entre los mejores conjuntos de Europa.

El principal equipo catalán es el Fútbol Club Barcelona, conocido como Barça, con sede en un imponente estadio, el Camp Nou. Este equipo es un símbolo de la sociedad, de hecho el slogan “Mès que un Club” resulta oportuno. Por otro lado, a través del fútbol han logrado filtrar frases en catalán (han dado a conocer la Ce-trancada “ç”) que ahora son de dominio mundial y son reflejo de su sentir como “Visca Barça, visca Catalunya”,  y su himno es cantado por millones fuera de sus fronteras.

Los bares, siempre que hay partidos tienen los televisores encendidos, y si  juega el Barça, seguro están llenos. Las pasiones se evidencian en las efusivas celebraciones, cuando el Barça gana se nota el movimiento en la ciudad, los bares están llenos, la gente contenta y rápidamente se acumulan las personas en Canaletas en los alrededores de Plaza Catalunya. Además, es tan evidente que la ciudad funciona al ritmo del fútbol, que el día que se jugó la Copa del Rey, extendieron dos horas el horario del metro, y una hora el día que el Barça ganó la Liga BBVA.

Otro ejemplo del protagonismo del deporte, es cuando este año el Barça ganó la Liga Española, la celebración empezó en Plaza Catalunya, y se extendió hasta que el equipo llegó a la ciudad. A los pocos días habían emitido una bandera de “Campiones”,  y celebraban con una notable caravana, encabezada por caballos de la policía, con Banderas de Catalunya, Barcelona y del FCB, seguida por el bus del equipo con los jugadores en plena celebración, un camión de Estrella Damm (cerveza producida en Barcelona) con tambores entonando el himno del equipo, seguido por  un significante número de patrullas de policía. Esta caravana terminó en el Camp Nou, en un acto con emotivas palabras y fuegos artificiales. Luego, pocos días después, continuó la celebración con la entrega de la copa y desde la casa pude ver los sorprendentes fuegos artificiales.

Una anécdota graciosa es que mis compañeros de piso son catalanes, uno de ellos muy fanático, así que bufandas y banderas del Barça son la única decoración que tenemos, cuando hay algún juego de poca trascendencia y no queda con sus “colegas” (amigos) para verlo, suelo encontrarlo con su camiseta del Barça, a veces la bufanda y una cerveza, sin importarle que esté solo.

Como ya sabrán, la mayor rivalidad futbolística es entre el Barça y el Real Madrid, es tan conocida, que se extiende de las fronteras y en Venezuela ambos equipos tienen su cuantiosa fanaticada. Esta rivalidad va más allá del deporte, es un reflejo de la cultura catalana, el equipo es una de las imágenes más representativas de Catalunya, sus triunfos los sienten como una victoria sobre España y prueba de su superioridad. Muchos estarán pensando que exagero, pero esa es mi percepción, pero los días previos a la final de la Copa del Rey, que se disputarían el Barça y el Real Madrid, se escuchaba en la calle la frase «¡Españolitos, ahora os ganaremos la copa de vuestro Rey!», adjudicada a Piqué (el ahora novio de Shakira), que aunque él lo negó, no deja de ser un sentimiento compartido por muchos catalanes.

Sumemos a todo esto el impacto comunicacional. En televisión son muchos los programas dedicados a debatir sobre el fútbol, cayendo en muchos casos en acaloras discusiones, y otras tantas en críticas innecesarias a los jugadores y entrenadores, donde el tema deja de ser el deporte. La prensa fija posiciones sesgadas y la noticia deportiva se convierte principalmente en opinión más que información. Por otro lado, los humoristas no pierden las oportunidades, tal como lo hace semanalmente Crakovia, una especie de Radio Rochela que solo se burla del deporte.

Así que el fútbol muchas veces deja de ser un deporte y se convierte en debate, que combina lo político y lo social, convirtiendo a un equipo en una insignia, de la cual una sociedad se aferra y apasiona, porque por un momento, fuera de las fronteras son Catalunya y no simplemente España.

Por: Antonio Rengifo Núñez.

Fuente: http://venezolanoenbcn.blogspot.com/

Imagen: web

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