El 10 de junio de 1810, Andrés Bello sube a bordo de la corbeta inglesa Wellington, junto con Simón Bolívar y Luis López Méndez en misión diplomática encomendada por la Junta Revolucionaria de Caracas de asegurarle a la naciente Venezuela el respaldo y reconocimiento diplomático de Inglaterra, arribando a Portsmouth, Inglaterra el 10 de julio de ese mismo año.
Siendo secretario de la misión diplomática venezolana, el encuentro entre Andrés Bello y Francisco de Miranda le abriría al primero numerosas puertas. Sus trabajos en Londres abarcan una considerable lista de asuntos políticos, diplomáticos y hacendísticos. Además completó sus conocimientos lingüísticos, filológicos y de historia literaria.
La visita finalizó el 9 de septiembre y si bien no se logró que Inglaterra se sumara a la causa, sí incidió en el regreso de Francisco de Miranda. Bolívar logra convencerlo de que venga a América a liderar el movimiento, ya que Miranda era una figura de primer orden en el mundo, que había luchado por la independencia de Estados Unidos, que había intentado la independencia de Hispanoamérica y había combatido en Francia al lado de los revolucionarios.
Para el mes de diciembre, Miranda llega y es recibido por Pedro Gual y demás autoridades, que lo esperaban precisamente por considerar que era una de las figuras mas importantes.
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