Rafael Reif: el venezolano que dirige el MIT

Rafael Reif creció pobre en Venezuela. Una experiencia que lo marcó y ayudó a determinar la dirección de una carrera académica fabulosamente exitosa, que lo tiene al frente de una de las universidades más prestigiosas del mundo.

Desde 2012, este ingeniero eléctrico es el rector del Instituto Tecnológico de Massachusetts, la universidad estadounidense ubicada en Boston y conocida globalmente por sus siglas: MIT.

Hijo de inmigrantes europeos, Reif nació en Maracaibo y estudió en la Universidad de Carabobo, centro público de la ciudad venezolana de Valencia.

Y como le dice a BBC Mundo, las carencias que vivió en esa época ayudaron a inspirar su trabajo pionero en MIT, donde ha encabezado la adopción de programas para extender, vía Internet, la difusión del conocimiento a todos los rincones del planeta.

En esta universidad fue el promotor de iniciativas como MITx y edX, dos plataformas de cursos en línea que le ofrecen a estudiantes de todo el mundo más oportunidades que las que estaban disponibles en su época para los que no podían pagar una educación en un campus estadounidense.

Con una sencillez que desarma, Reif confiesa que él mismo era un estudiante distraído que no aguantaba más de 10 minutos de clase sin perder la concentración.

Pero ahora está al frente de una institución de poderío académico titánico, que ha producido 85 premios Nobel en todas las áreas.
Y cuyos 130 mil graduados han fundado 30 mil empresas con ventas anuales de US$2 billones, que si se unieran en un país, serían la décima economía más grande del mundo.

En conversación con BBC Mundo, Rafael Reif cuenta cómo está cambiando el modelo global de la universidad y qué oportunidades le ofrece esto a los jóvenes de todo el mundo que sueñan con llegar a la frontera misma del conocimiento.

Usted creció en Venezuela. ¿Como influyó eso en la manera en que dirige el MIT?

El crecer en América Latina, en Venezuela, me mostró que la inteligencia y el talento están en todas partes, pero no todos nosotros tenemos la suerte de tener las oportunidades.

Cuando yo era un estudiante universitario en Venezuela, recuerdo que nadie tenía dinero para comprar libros de texto. Todos en esa universidad éramos pobres, como lo era la mayoría de los universitarios en Venezuela y en América Latina.
Los libros eran un lujo. Íbamos a la biblioteca a tomar los libros prestados y recuerdo que yo sacaba un libro escrito por un profesor de MIT.
Incluso hoy pensar en eso me llena de emoción.
Apenas tocar ese libro era algo increíble. Yo sabía que tenía ese libro en préstamo por dos días y tenía que sacar lo más posible de él, y entregarlo en buen estado para que otro pudiera tenerlo.

¿Hay que pasar por la universidad para ser millonario?

Yo fui a una universidad pública. Era gratuita, pero había que pagar la comida, el arriendo, y por eso no muchos podían darse el lujo de estar en la universidad.
Eso era en lo que pensaba cuando vine acá y creé las plataformas de cursos en línea MITx y edX.
Si en ese tiempo yo hubiera tenido lo que ofrecemos ahora. Uno ahora puede estar en cualquier parte del mundo y puede tomar (mediante las plataformas en línea) un curso de MIT con los mejores profesores.
Puede hacer eso con otros 50 mil estudiantes en todo el mundo.
Esa es una experiencia de empoderamiento, eso es lo que yo buscaba crear aquí en MIT.

Se dice que el modelo de la universidad está cambiando en todo el mundo. ¿Cómo se adapta una universidad como MIT a esa transformación?

Una cosa que estamos haciendo es incorporar tecnologías digitales a nuestro campus para que podamos hacer un mucho mejor trabajo educando a la gente dentro de nuestro campus.
El modelo de universidad residencial (con estudiantes que van a clase y viven en el mismo recinto de la universidad) es el mejor modelo, pero también es el más costoso; y tiene limitaciones de capacidad.
Nos gustaría poder recibir a tantos estudiantes que son tan talentosos, pero no tenemos espacio para todos ellos. Por eso hemos creado otras herramientas en línea para aprender, para llegar a mucha gente que tiene el deseo y la motivación para aprender el contenido, pero que no pueden estar aquí.

¿Va a ser muy diferente la universidad a lo largo del siglo XXI a lo que estamos acostumbrados?
Muchas cosas van a cambiar. Otras van a seguir siendo lo mismo. Muchos estudiantes van a clase, escuchan una lección, y están tan concentrados que recuerdan todo lo que se dijo en la conferencia, y aprenden de ese modo.
Pero muchos otros van a la universidad, escuchan clase 10 minutos y se distraen. Yo era uno de ellos.

Fuente: http://www.revistavenezolana.com/

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