El arribo de Mussolini al Poder

Un año antes, 1921, se fundó el Partido Fascista Italiano. De manera que, en 1922, el rey Víctor Manuel III designó Presidente a Benito Mussolini presionado por las amenazas políticas y económicas que azotaban la nación con bases violentas.

El rey citó a Mussolini, quien llegó a su despacho con la característica camisa negra y dijo: «Excúseme la vestimenta porque vengo directamente del campo de batalla»; tras oír estas palabras, Manuel III le juramentó.

El Duce (otro de los nombres con que se le conoce) pasó de ser el número tres en el escalafón del Partido Socialista Italiano y dirigir su rotativo Avanti! a promover el fascismo dentro de Italia.

El líder del Partido Nacional Fascista, Benito Amilcare Andrea Mussolini, asumía el cargo de primer ministro de Italia  en 1922, cargo en el que se mantuvo por más de dos décadas.

Durante ese año, Mussolini había iniciado la llamada revolución fascista, caracterizada por los numerosos actos de violencia y agresiones a sus adversarios políticos por parte de los “camisas negras”. Mussolini afirmaba públicamente el derecho del fascismo a gobernar el país, y el 28 de octubre de 1922 llevó a cabo la “Marcha sobre Roma”, una gran manifestación que culminó en la renuncia del primer ministro italiano.

El rey Víctor Manuel III no opuso resistencia al avance de Mussolini, quien formó un nuevo gobierno con poderes absolutos, negándole la voz a los partidos opositores. Los camisas negras fueron institucionalizados, formando así la Milicia Voluntaria para la Seguridad Nacional.

En 1940, bajo este Gobierno, Italia entró en la Segunda Guerra Mundial como aliado de la Alemania nazi. Luego de la derrota alemana, Mussolini intentó escapar a Suiza pero fue capturado y fusilado el 28 de abril de 1945. Su cuerpo fue trasladado a Milán, donde fue ultrajado y colgado boca abajo, como gesto de humillación y venganza y para confirmar públicamente su muerte.

 

Imagen: web

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