Tal día como hoy nace Andrés Galarraga

Andrés Galarraga, conocido por sus alias “Andrés el Grande” y “el Gran Gato” y por su extraordinaria agilidad, es uno de los más destacados deportistas de todos los tiempos en nuestro país. Hijo de José Padovani y Juana Galarraga.

Asistía a la escuela «Jesús Enrique Lossada» durante la semana y  jugaba pelota en los alrededores en su tiempo libre. Así se hizo figura importante en el equipo de sus años infantiles.

Cuando estudiaba bachillerato en el Liceo «Enrico Fermi», pasó a jugar juvenil en el “Ray-Ran”. Recién cumplidos los 16 años, fue llamado a la preselección nacional venezolana.

La enseñanza que recibió de su familia, principalmente de su progenitora, fue realmente fundamental para la formación de su carácter. Andrés no nació en cuna de oro. Su infancia estuvo llena de sacrificios, pero fue muy digna.

Hizo su debut en la temporada 1978-1979, con los Leones del Caracas, como receptor y tercera base. Comenzó originalmente como un jugador utility (mayormente en el jardín izquierdo), pero tres temporadas más tarde se convirtió en el primera base regular del equipo. Por recomendación del mánager del club, Felipe Alou, fue firmado por los Expos de Montreal en 1979. En ese momento, algunos observadores de las Grandes Ligas creyeron que el joven tenía demasiado peso para jugar profesionalmente.

Sus alias son «el Gran Gato» y «Andrés, el Grande» por su extraordinaria agilidad a pesar de su corpulencia (1,91 metros de altura y más de 100 kilos de peso). Siempre fue muy popular, tanto por su desempeño en el juego como por su carisma y su amplia y alegre sonrisa.

El paso por las menores fue largo y lleno de momentos dulces y amargos. Andrés la pasó muy duro al principio por desconocimiento del inglés, mientras extrañaba la comida de su madre Juana, artífice de la educación moral y ética de su hijo. En 1985, antes de dar el gran salto, fue nombrado Novato del Año de la American Association y considerado noveno mejor prospecto por Baseball America.

La gran carpa y los momentos difíciles

Andrés Galarraga es un ejemplo de lucha contra la adversidad, un ejemplo de vida. Tuvo muchos inconvenientes; tardó ocho años para llegar a la Gran Carpa. En 1992 cuando jugaba para el equipo de San Luis se lesionó en el primer juego de la temporada, en este equipo compartió con el coach de bateo Don Baylor, que un año más tarde fue seleccionado como el primer mánager de los Rockies de Colorado y pidió la contratación del Gato.

Baylor lo convirtió en uno de los mejores bateadores de las Grandes Ligas, a tal punto, que a pesar de una lesión en la rodilla que se produjo al chocar contra el segunda base de su equipo buscando un foul, logró obtener las apariciones legales para pelear con Tony Gwynn el título de bateo y obtenerlo con un promedio de .370. Jugó con los Expos, Cardenales, Rockies, Atlanta, Rangers, San Francisco y Angelinos de Anahein

«El Gran Gato» no solo defendió con garra la primera base en los siete equipos que lo acogieron en la Mayor League Baseball, también demostró tener el mismo ímpetu para luchar contra una enfermedad que no muchos logran vencer.

En febrero de 1999, un linfoma cancerígeno quiso apartar al ídolo del campo de juego; sólo lo logró por una temporada, porque el ímpetu y el deseo por volver se impusieron. Luego en 2003, hubo otro intento por separarlo del deporte, y nuevamente venció, para regresar tal y como siempre lo prometió. El ídolo del béisbol venezolano nunca bajó la cabeza y fue optimista después de que los médicos le dieron la mala noticia. Pero la enfermedad tenía remedio, y eso fue lo que llenó de ímpetu el espíritu del «Gran Gato», quien siempre estuvo seguro de que volvería a los terrenos para jugar béisbol.
Contó con el apoyo de la afición que le hizo sentir el verdadero cariño que se le tiene a un ídolo como Galarraga, y que se cansó de demostrárselo especialmente el año de la enfermedad. «El Gato» llegó a decir en su momento, que ese apoyo fue uno de los principales factores que lo impulsaron a seguir.

Andrés Galarraga es un ídolo auténtico, humilde, con una calidad humana que supera cualquier récord universal.

Fuente e imagen: http://www.venezuelatuya.com

Comentarios

comentarios